¿Te acuerdas cuando eras el rey/reina de Facebook… sin saberlo?
En algún lugar de la vasta galaxia digital, hay una foto tuya con pañales, haciendo muecas graciosas o cubierto de espaguetis. Probablemente, fue tu orgullosa madre (o padre) quien la subió a Facebook allá por 2008. Eras adorable, sí, pero no tenías ni idea de que estabas a punto de convertirte en una estrella viral… ¡sin tu consentimiento!
El “sharenting”: un arma de doble filo
El sharenting – esa mezcla de «compartir» (share) y «crianza» (parenting) – es el pan de cada día en la era de las redes sociales. Los padres publican fotos, videos y anécdotas de sus hijos con la mejor de las intenciones: celebrar cada hito, conectar con otros padres, o simplemente porque su retoño es demasiado mono para no compartirlo.
Pero, ¿dónde está la línea entre compartir momentos especiales y exponer la privacidad de los niños? ¿Qué pasa cuando esos niños crecen y se dan cuenta de que su infancia está documentada en Internet, lista para ser juzgada, copiada o incluso utilizada con fines maliciosos?
Fernando (nombre ficticio), un joven de 24 años, lo tiene claro: «Si mi imagen tiene que estar en Internet, me gustaría que fuese 100% mi decisión». Y es que, aunque los padres tengan derecho a sentirse orgullosos de sus hijos, también es cierto que los niños tienen derecho a su privacidad y a controlar su propia imagen.
Los riesgos ocultos tras el “like”
Puede que pienses que compartir una foto de tu hijo no es gran cosa, pero los expertos advierten de los peligros del sharenting:
- Robo de identidad: Los datos que compartes (nombre, edad, ubicación, etc.) pueden ser utilizados para crear perfiles falsos y cometer fraudes.
- Acoso y bullying: Las fotos y videos pueden ser sacados de contexto y utilizados para burlarse o humillar al niño.
- Pedofilia: Las imágenes de niños pueden atraer a depredadores sexuales que las utilizan para sus propios fines.
- Phishing y deepfakes: Las fotos pueden ser utilizadas para engañar a los niños y obtener información personal, o incluso para crear videos falsos que los involucren en situaciones comprometedoras.
- Daño a la reputación: Lo que parece una foto inofensiva hoy podría avergonzar a tu hijo en el futuro, afectando sus relaciones personales y oportunidades laborales.
¿Por qué lo hacemos? La psicología del “sharenting”
Si los riesgos son tan evidentes, ¿por qué los padres siguen compartiendo fotos de sus hijos en redes sociales? La psicóloga Ainhoa Plata señala varios factores:
- Validación social: Cada «me gusta» y comentario positivo refuerza la autoestima de los padres y les hace sentir que están haciendo un buen trabajo.
- Narrativa familiar: Compartir fotos y videos ayuda a construir una imagen idealizada de la familia y a crear una historia que se ajuste a las expectativas sociales.
- Expresión de amor y orgullo: Los padres quieren mostrar al mundo lo mucho que aman a sus hijos y celebrar sus logros.
- Comparación social: A veces, los padres comparten fotos de sus hijos para compararlos con otros niños y sentirse superiores.
La psicóloga Begoña Albalat añade que muchos padres sufren el «sesgo de invulnerabilidad»: creen que los riesgos del sharenting no les afectarán a ellos. «Nos ocurre a todos en diferentes ocasiones y hace que a veces se cometan imprudencias con más o menos consecuencias», afirma.
¿Qué podemos hacer? Guía para padres (y abuelos) del siglo XXI
Si eres padre o madre y te has dado cuenta de que quizás te has pasado de la raya con el sharenting, ¡no te preocupes! No estás solo. Aquí tienes algunos consejos para proteger la privacidad de tus hijos en la era digital:
- Piénsalo dos veces antes de publicar: ¿Es realmente necesario compartir esta foto? ¿Podría avergonzar a mi hijo en el futuro? ¿Estoy pidiendo su consentimiento (si tiene edad suficiente para entender)?
- Configura la privacidad: Utiliza perfiles privados en redes sociales y elige cuidadosamente a quién permites ver tus publicaciones.
- Elimina los metadatos: Antes de subir una foto, borra la información de ubicación y otros datos que puedan revelar información personal.
- No compartas información sensible: Evita publicar fechas de nacimiento completas, nombres de mascotas, direcciones o rutinas diarias.
- Habla con tus hijos: Explícales los riesgos del sharenting y pídeles su opinión sobre lo que compartes.
- Respeta su decisión: Si tu hijo no quiere que publiques una foto, respeta su deseo.
- Extiende la conversación a la familia: Habla con los abuelos y otros familiares sobre los riesgos del sharenting y pídeles que respeten tu decisión.
- Sé un buen ejemplo: Modela un comportamiento responsable en redes sociales y enseña a tus hijos a proteger su privacidad.
Quizás, el mejor consejo de todos es recordar que nuestros hijos tienen derecho a construir su propia identidad digital, sin que nosotros la definamos por ellos. Al fin y al cabo, ¿no es eso lo que queremos para ellos?