De Jim Halpert a Lee Abbott

La primera vez que vi a John Krassinski fue en The Office, me pareció un tío simpático, de los que tienen una conversación entretenida, a la vez bastante ganso y divertido, ver la evolución del personaje de Jim Halpert en la serie fue algo que en muchas ocasiones me sorprendió, pero también me dio un poco la sensación de que ese papel le había encasillado y verle hacer otra cosa que no fuese de vendedor de papel en Dundler Mifflin me iba a resultar complicado…

¡Ojo a partir de aquí puede haber spoilers, date por avisado!

Después de un tiempo resulta que veo en Amazon Prime que hay una nueva serie que le tiene de protagonista y pienso, a ver con que comedia nos hace reír ahora, y resulta que no, que de comedia nada.

Se pasó al cine de acción interpretando nada menos a que Jack Ryan, todo un analista del FBI que es un poco como la Sra. Fletcher, porque donde está él pasa de todo, y eso en la primera temporada, que lo de la segunda ya ni os cuento.

Haciendo de Jack Ryan queda muy bien, hombre no es Harrison Ford, Chris Pine o Alec Baldwin (de Ben Affleck mejor ni hablamos), pero tras el primer momento en el que esperas que tras alguna puerta aparezca Pam Beesly la verdad es que interpreta muy bien el papel.

Jack Ryan [Spoiler alert]

En la serie vemos de nuevo al analista del FBI trabajando siguiendo el rastro a unas transacciones sospechosas, me sigue rechinando como le sacan de un despacho y lo pasan a tratar con terroristas de primera línea así, de buenas a primeras, y el tío oye que tiene un entrenamiento que vamos no parece que haya estado detrás de una mesa años… eso por no hablar de esa lesión de espalda que siempre sale por alguna cosa pero que no le impide hacer remo, correr, andar en coche por las dunas… vamos que le duele pero solo para dar penica.

Bueno el caso es que una vez que hemos visto la primera temporada de Jack Ryan nos hemos venido arriba y hemos dicho y si vemos la película que dirige e interpreta y además tiene a su mujer como compañera de reparto…

Esto si que es un Juan Palomo, dirige, guioniza, produce e interpreta y encima con su mujer en la peli, todo queda en casa señores.

Allá que fuimos, la película en cuestión se titula Un lugar tranquilo, la verdad es que si ves el trailer ya te das cuenta que tranquilo no es, vamos puede ser cualquier cosa menos tranquilo.

La verdad es que la historia está bien, el concepto de como los invasores reconocen a sus presas está bien pensado, lo que ya no me gusta tanto es el alienígena en si… me recuerda un poco bastante al de Stranger Things

Hay algunas cosas raras en el desarrollo de la película, pero en general está muy bien, entretenida y con algún que otro susto bien conseguido, no es una película de terror con vísceras por todas partes, de hecho no se ve como matan a nadie en toda la película (que si sabes que los matan pero no lo ves).

Total que nos ha gustado, lo que nos preocupa es que hay una segunda parte y a juzgar por como termina esta primera veo una continuación un poco raruna y no tan buena como esta.

Espero que no se cumpla eso de que segundas partes nunca fueron buenas (pero algo así me temo).

Podéis verla en Amazon Prime Video por ejemplo.

Durante el confinamiento por el Coronavirus John Krassinsky ha creado un canal de noticias en YouTube llamado Some Good News aportando su humor y hacernos más llevadero el estar encerrados, en a llegado a oficiar una boda en directo de una pareja que se comprometieron en la misma gasolinera que aparece en The Office y recrearon incluso el baile de entrada de su boda con Pam.

Si aún no has visto The Office no sabes lo que te estas perdiendo….

Por resumir, un buen actor en distintas tipos de personajes y un buen tipo.

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Netflix salvará a la humanidad

Netflix, HBO, Sky, Disney+, Amazon, Rakuten, Filmin, Apple TV+, Guidedoc… la que prefiráis, estas van a ser las compañías que seran capaces de salvar a la humanidad de su propia autodestrucción.

La destrucción de la humanidad empezó un martes

La historia de la autodestruccíón de la humanidad comenzó el 1 de julio de 1941.

Ese día comenzó como un día normal, la gente se levantó, desayuno, fue a sus trabajos, la II Guerra Mundíal avanzaba en Europa y aún no había comenzado la parte más cruenta de la contienda, incluso parecía que podía haber una solución más o menos rápida al conflicto pese al avance del Tercer Reich en el frente sovietico.

En Estados Unidos se jugaba el partido de baseball entre los Brooklyn Dodgers y los Philadephia Phillies un encuentro que duro algo más de 3 horas al que asistieron en el campo unos 3300 espectadores y que aquel martes inclinó la victoria del lado de los de Philadelphia por 6 a 4.

Aparentemente todo normal…

Pues no, aquí comenzó la debacle mayor de toda la historia de la humanidad.

Ese martes en ese encuentro ocurrió el principio de fin.

La cadena de televisión WNBT emitió a las 13.29 el primer anuncio de televisión.

Fue un anuncio de apenas 10 segundos por el que la marca de relojes Bulova pago 9 dólares.

Y ahí comenzó el principio del fin

De pronto los publicistas a comprendieron la importancia de la televisión como medio publicitario.

Cierto es que la publicidad llevaba mucho tiempo funcionando en otro tipo de medios, desde periódicos a salas de cine, desde vallas publicitarias a cuñas de radio, pero la televisión… eso era otra cosa.

Para empezar era un medio visual como los anuncios de los periódicos o revistas.

En la radio la gente tenía que imaginarse lo que el anunciante promocionaba.

En las revistas no había movimiento y resultaba difícil por ejemplo hacer ver lo potente que era un coche.

En los cines se llegaba al público que iba a ver la película y muchas veces no era un publico muy objetivo.

Pero la televisión lo cambio todo.

Ahí se podía hacer todo junto, mostrar el producto en todo su esplendor. y llegar al publico objetivo deseado (ya hablaremos otro día si eso de la publicidad en internet).

Y sobre todo y más importante, llegaban a sus casas, mientras estaban descansando y viendo sus programas favoritos… en el momento en el que las personas tienes las defensas completamente bajas.

Y todo se volvió en nuestra contra

Desde ese momento, todo empezó a ir a peor.

Y no solo porque la II Guerra Mundial se convirtiese en la peor contienda conocida hasta ese momento, sino porque, a pesar de que la guerra terminó en 1945 lo peor estaba por llegar.

La humanidad no estaba preparada, ni lo está hoy en día, para el bombardeo de publicidad al que nos somete la televisión, en todo momento.

La sociedad se volvió consumista y no como temían los Estados Unidos que el mundo se volviese comunista.

Es posible que lo segundo hubiese sido algo mejor.

Al invadir nuestros hogares con millones de anuncios empezamos que querer cosas que en muchos casos no necesitábamos.

Coches, relojes, televisores, aparatos electrónicos, marcas de tabaco, ropa de todo tipo cada temporada, colonias de todos los olores posibles, y sobre todo veíamos un estilo de vida que solo existía en los anuncios.

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Pero eso no fue lo peor

Los fabricantes de todo el mundo vieron en la televisión un mercado para explotar a los pobres incautos que estaban mirando la «caja tonta».

Y claro los fabricantes de comida no se iban a quedar atrás.

Pronto se dieron cuenta del enorme potencial que tenían en los anuncios televisivos.

Coca Cola, Pepsi, McDonalds, Kellogs, Donuts, Pizza Hut, Nestlé, Bimbo, Oreo, Burger King, Foster Hollywood… todos vieron el gigantesco pastel que tenían a su alcance.

Y eso llevó a que la gente se lanzase a una bacanal de comida basura que ha hecho que la población de personas obesas en el llamado primer mundo este en unos límites inimaginables.

Ese aumento de la obesidad ha llevado como consecuencia un aumento de los problemas médicos de la población.

Diabetes, cirrosis, enfermedades coronarias, problemas intestinales, fallos renales, accidentes cerebrales, problemas reproductivos…

Todos ellos son consecuencia en mayor o menor medida de los anuncios de comida en la televisión.

Van directos a tu cerebro

Son anuncios totalmente dirigidos a estimular en tu cerebro la necesidad de comer, desde una hamburguesa con todas sus grasas saturadas a todo tipo de refrescos completamente saturados de azúcar.

Los emiten justo en los intermedios de tus programas favoritos para que te levantes y vayas a buscarlos a la nevera, o que lo anotes en tu lista de la compra sino lo tienes.

Si estas viendo una película te bombardearán de media con al menos 10 anuncios de comida o bebida en sus pausas, en una pausas que en muchos casos tienen una duración de 5 a 7 minutos, tiempo más que suficiente para que puedas preparar la comida o ir a por el refresco que te anuncian.

Están hackeando tu cerebro.

Esto por no hablar de la «calidad» de los programas de televisión…

Nos están conduciendo directamente a la extinción.

Netflix nos salvará

O cualquier otra de las plataformas de streaming.

Desde la llegada de las plataformas de streaming se ha producido un fenómeno interesante, el descenso del consumo por publicidad televisada.

Al año se emiten más de 1 billón de anuncios televisivos en todo el mundo, de los cuales algo más de 30% son anuncios de alimentación.

Si eliminamos de la ecuación este bombardeo con las plataformas como Netflix y las demás resulta que tomamos decisiones basándonos en otras cosas.

Nuestra alimentación se ve modificada y alejada de la publicidad de la comida basura que nos invade a través de la tele.

De pronto podemos pensar por nosotros mismos lo que queremos comer sin demasiadas influencias externas.

Abandonar la comida basura y tener unos hábitos alimentarios más saludables.

A esto también contribuyen los múltiples documentales sobre comida y alimentación disponibles en estas plataformas de streaming.

Netflix y las demás nos pueden hacer entender que hay mejores maneras de comer y esto puede que haga que seamos mejores como humanidad alejándonos de las grasas saturadas, los excesos de azúcar y demás productos que acabarán con nosotros.

Total que aún es posible que lleguemos a la Enterprise.

Neflix hará que lleguemos a la Enterprise

Otra cosa es el exceso de sedentarismo que provoca Netflix y sus secuaces como consecuencia de las maratones de «pantalla» que nos podemos dar… pero eso es otra historia que dejamos para otro día.

Para recordar mejor usa
Sans Forgetica

Llevo utilizando miles de tipografías diferentes en los años que me dedico al diseño editorial.

Tipografías de todo tipo, combinaciones de ellas y diferentes factores de legilibilidad.

Incluso he hecho uso en alguna ocasión de la denostada por su mala utilización Comic Sans y soportado el uso (porque a veces no hay más remedio) de esa copia barata de la Helvetica llamada Arial.

También he diseñado libros con tipografías específicas para personas con dislexia basadas en características de asimetría en su diseño.

Ahora un equipo de la Universidad RMIT en Melbourne integrado por investigadores y diseñadores ha creado una tipografía que ayuda a tu cerebro a recordar con mayor facilidad.

Su nombre es Sans Forgetica.

Legilibilidad vs. recuerdos

Tipografías como la Caslon (En caso de duda use Caslon) están diseñadas para facilitar al cerebro la lectura consiguiendo una relajación en el proceso cognitivo.

Esto es muy importante para poder leer grandes porciones de texto como ocurre en caso de una novela o un informe, pero tiene algunos problemas, sobretodo si lo que queremos es fijar recuerdos de forma permanente.

El cerebro es capaz de asimilar información de varias formas, una de ella es mediante el estudio, esto es en ocasiones un problema.

En muchas ocasiones se utilizan tipografías no adaptadas para la lectura y eso provoca que un texto que ha de memorizarse se vea bloqueado por la comprensión lectora.

Por ejemplo, grandes porciones de texto compuestos con una tipografía de palo seco resulta más cansado de leer que el mismo texto compuesto con una tipografía con serifa, de ahí que las tipografías de palo seco sean más adecuadas para titulares o grandes mensajes como en los carteles.

Sans Forgetica te ayuda a recordar al hacer que tu cerebro se esfuerce al leer el texto compuesto con ella.

Los investigadores de psicología cognitiva de la Universidad RMIT se fijaron en el problema y han creado una tipografía que obliga a cerebro a realizar un esfuerzo extra para conseguir que recuerde con mayor fuerza lo que ha leído.

Obviamente no es una tipografía creada para grandes textos pero si puede ser muy útil para crear zonas que sirvan para generar un mejor recuerdo de su lectura.

La tipografía Sans Forgetica está disponible para descarga de forma gratuita aquí, también puedes instalar una extensión para Chrome que te permite convertir textos en pantalla en Sans Forgetica aquí.

Estoy deseando poder usarla en alguna publicación…