Comunicar en la oscuridad, cómo mantenernos conectados en un apagón total

El 28 de abril de 2025, España, Portugal y par­te de Europa vivie­ron un apa­gón eléc­tri­co gene­ral que dejó a millo­nes de per­so­nas sin luz, sin inter­net y, lo más inquie­tan­te, sin la posi­bi­li­dad de comu­ni­car­se con sus seres que­ri­dos. En un mun­do hiper­co­nec­ta­do, don­de la depen­den­cia del móvil y la red es abso­lu­ta, la expe­rien­cia fue un recor­da­to­rio bru­tal de nues­tra fra­gi­li­dad tec­no­ló­gi­ca. ¿Qué pasa­ría si maña­na se repi­te? ¿Cómo podría­mos man­te­ner­nos comu­ni­ca­dos si el móvil y el WhatsApp dejan de fun­cio­nar? Vamos a explo­rar alter­na­ti­vas reales, des­de apps que fun­cio­nan sin inter­net has­ta la vie­ja radio, pasan­do por la tec­no­lo­gía mesh y las solu­cio­nes más ana­ló­gi­cas. Prepárate para un via­je por la comu­ni­ca­ción en tiem­pos de apa­gón, sin dra­mas, pero con los pies en la tie­rra.

Cuando el móvil se apaga, el gran vacío comunicativo

El apa­gón de abril de 2025 dejó cla­ro que la infra­es­truc­tu­ra de tele­co­mu­ni­ca­cio­nes es tan vul­ne­ra­ble como la eléc­tri­ca. Aunque duran­te los pri­me­ros minu­tos algu­nos pudie­ron enviar WhatsApps o hacer lla­ma­das gra­cias a las bate­rías de res­pal­do de las ante­nas, la reali­dad se impu­so rápi­do: una vez ago­ta­da la ener­gía de emer­gen­cia, la red cayó como un cas­ti­llo de nai­pes. Para que un men­sa­je lle­gue por WhatsApp, no bas­ta con que tu móvil fun­cio­ne; toda la cade­na de nodos, ante­nas, ser­vi­do­res y cables debe estar ope­ra­ti­va. Si una sola pie­za falla, adiós a la comu­ni­ca­ción digi­tal.

En esas horas de des­con­cier­to, muchos redes­cu­brie­ron la impor­tan­cia de la radio FM y de los telé­fo­nos con chip de radio, que, conec­ta­dos a unos sen­ci­llos auri­cu­la­res, per­mi­tían al menos ente­rar­se de lo que ocu­rría. Pero ¿y para hablar con la fami­lia, los ami­gos, los veci­nos? La sen­sa­ción de ais­la­mien­to fue tan inten­sa como ines­pe­ra­da. El móvil, ese apén­di­ce inse­pa­ra­ble, se vol­vió un pisa­pa­pe­les de lujo.

Las auto­ri­da­des, des­bor­da­das, reco­men­da­ron inten­tar las lla­ma­das de emer­gen­cia (112) des­de móvi­les de dife­ren­tes ope­ra­do­ras, bus­can­do apro­ve­char cual­quier res­qui­cio de red dis­po­ni­ble. Incluso se habi­li­ta­ron líneas fijas alter­na­ti­vas y, en últi­ma ins­tan­cia, se ani­mó a la pobla­ción a acu­dir físi­ca­men­te a los cen­tros de segu­ri­dad más cer­ca­nos si la comu­ni­ca­ción era impo­si­ble. Un sal­to atrás en el tiem­po, pero efi­caz en situa­cio­nes extre­mas.

La cla­ve que nos dejó el apa­gón: no pode­mos depen­der solo del móvil ni de inter­net. Si que­re­mos estar pre­pa­ra­dos para el pró­xi­mo cor­te, toca explo­rar alter­na­ti­vas, des­de las más tec­no­ló­gi­cas has­ta las más ana­ló­gi­cas.

Alternativas para comunicarse sin electricidad ni internet: del mesh al papel

La bue­na noti­cia es que exis­ten opcio­nes para man­te­ner cier­to nivel de comu­ni­ca­ción inclu­so cuan­do la red cae. La mala: requie­ren pre­pa­ra­ción pre­via, algo de inge­nio y, sobre todo, cam­biar el chip men­tal de la inme­dia­tez digi­tal. Olvídate de los memes y los vídeos de gatos; aquí habla­mos de men­sa­jes bási­cos, cor­tos y, muchas veces, cara a cara.

Las apps que funcionan sin internet ni cobertura

En pleno siglo XXI, la tec­no­lo­gía mesh (red de malla) ha abier­to una puer­ta intere­san­te: per­mi­te que los móvi­les se conec­ten direc­ta­men­te entre sí usan­do Bluetooth o WiFi, for­man­do una red local que no depen­de de ante­nas ni ser­vi­do­res. ¿Magia? No, físi­ca bási­ca y soft­wa­re lis­to para la emer­gen­cia.

Entre las apps más des­ta­ca­das está Briar, dis­po­ni­ble en Android, que per­mi­te enviar men­sa­jes cifra­dos a otros usua­rios cer­ca­nos usan­do Bluetooth o WiFi direc­to. No nece­si­tas cober­tu­ra, pero sí estar a pocos metros del des­ti­na­ta­rio. Ideal para comu­ni­car­se en un edi­fi­cio, una comu­ni­dad o un cam­pa­men­to impro­vi­sa­do. La pri­va­ci­dad es máxi­ma, ya que los men­sa­jes no pasan por ser­vi­do­res y se alma­ce­nan solo en el dis­po­si­ti­vo. Eso sí, olví­da­te de hablar con tu pri­mo en la otra pun­ta de la ciu­dad: el alcan­ce es limi­ta­do. Briar es per­fec­ta para gru­pos redu­ci­dos y situa­cio­nes de ais­la­mien­to extre­mo.

Otra opción es Bridgefy, que tam­bién uti­li­za Bluetooth para crear una red de malla entre usua­rios. Su ven­ta­ja es que los men­sa­jes pue­den sal­tar de móvil en móvil, amplian­do el alcan­ce siem­pre que haya sufi­cien­tes per­so­nas con la app ins­ta­la­da en la zona. Es como un telé­fono roto digi­tal, pero que fun­cio­na. La ins­ta­la­ción es sen­ci­lla y sir­ve tan­to para Android como para iOS, aun­que la segu­ri­dad no es tan robus­ta como la de Briar. En un apa­gón, lo impor­tan­te es que el men­sa­je lle­gue, aun­que sea dan­do un rodeo.

Para los más techies, Meshtastic com­bi­na apps móvi­les con dis­po­si­ti­vos de radio­fre­cuen­cia LoRa, per­mi­tien­do enviar men­sa­jes a varios kiló­me­tros de dis­tan­cia sin depen­der de la red eléc­tri­ca ni de inter­net. Eso sí, requie­re com­prar hard­wa­re espe­cí­fi­co y tener cier­tos cono­ci­mien­tos téc­ni­cos. La ven­ta­ja es su alcan­ce y per­so­na­li­za­ción; la des­ven­ta­ja, que no es una solu­ción plug and play para la mayo­ría.

El viejo walkie-talkie nunca muere

Si hay un clá­si­co de las emer­gen­cias, ese es el walkie-talkie. Los mode­los moder­nos, con alcan­ce de varios kiló­me­tros y auto­no­mía para días, pue­den ser la sal­va­ción en un apa­gón pro­lon­ga­do. No requie­ren red, solo pilas o bate­rías car­ga­das. Su uso es sen­ci­llo, y per­mi­ten coor­di­nar gru­pos, avi­sar de emer­gen­cias o sim­ple­men­te man­te­ner el con­tac­to entre veci­nos. En comu­ni­da­des rura­les o urba­ni­za­cio­nes, orga­ni­zar una red de wal­kies pue­de mar­car la dife­ren­cia.

La radio FM y el boca a boca, lo analógico resiste

Cuando todo lo digi­tal falla, la radio FM sigue sien­do la rei­na de la infor­ma­ción. Muchos móvi­les inclu­yen chip de radio, aun­que a veces está des­ac­ti­va­do por el fabri­can­te. Una radio por­tá­til a pilas es un bási­co en cual­quier kit de emer­gen­cia. Permite reci­bir infor­ma­ción ofi­cial, avi­sos y, en algu­nos casos, men­sa­jes de la comu­ni­dad. Es comu­ni­ca­ción uni­di­rec­cio­nal, pero en una cri­sis, saber qué ocu­rre es tan impor­tan­te como poder hablar.

El boca a boca, el tablón de anun­cios en el por­tal o la nota manus­cri­ta en el para­bri­sas del coche recu­pe­ran pro­ta­go­nis­mo. Puede sonar arcai­co, pero en ausen­cia de tec­no­lo­gía, la comu­ni­ca­ción direc­ta es la más fia­ble. Organizar pun­tos de encuen­tro, tur­nos de infor­ma­ción o gru­pos de vigi­lan­cia veci­nal pue­de ser vital.

¿Y los móviles por satélite?

Aunque en 2025 los móvi­les por saté­li­te no son de uso común, exis­ten y podrían ser una solu­ción en esce­na­rios extre­mos2. Estos dis­po­si­ti­vos se conec­tan direc­ta­men­te con saté­li­tes de órbi­ta baja, inde­pen­dien­tes de la red eléc­tri­ca terres­tre. Suelen usar­se en ámbi­tos mili­ta­res, expe­di­cio­nes o zonas remo­tas, pero su pre­cio y dis­po­ni­bi­li­dad los ale­jan del gran públi­co. Aun así, en el futu­ro podrían con­ver­tir­se en una alter­na­ti­va real para emer­gen­cias masi­vas, sobre todo si los pro­yec­tos de redes sate­li­ta­les euro­peas avan­zan.

Preparar el kit de comunicación de emergencia

La expe­rien­cia del apa­gón ha hecho que muchos recon­si­de­ren su pre­pa­ra­ción. Un kit bási­co debe­ría incluir:

  • Una radio FM por­tá­til con pilas de repues­to

  • Walkie-talkies con bate­rías car­ga­das

  • Un móvil anti­guo con chip de radio acti­va­do

  • Apps como Briar o Bridgefy ins­ta­la­das y con­fi­gu­ra­das

  • Una lis­ta de con­tac­tos y direc­cio­nes en papel

  • Linternas, pilas y car­ga­do­res sola­res

No se tra­ta de vivir en modo prep­per, sino de asu­mir que la tec­no­lo­gía pue­de fallar y que un poco de pre­vi­sión pue­de aho­rrar­nos sus­tos y angus­tias.

El papel de las autoridades y la comunidad

Durante el apa­gón, las auto­ri­da­des refor­za­ron los ser­vi­cios poli­cia­les y de emer­gen­cia, habi­li­tan­do líneas alter­na­ti­vas y reco­men­dan­do acu­dir a cen­tros de segu­ri­dad en caso de inco­mu­ni­ca­ción. La cola­bo­ra­ción ciu­da­da­na y la cal­ma fue­ron cla­ve para evi­tar el caos. En situa­cio­nes así, seguir los cana­les ofi­cia­les de infor­ma­ción, man­te­ner la cal­ma y cola­bo­rar con los veci­nos es tan impor­tan­te como tener el últi­mo gad­get.

La pre­ven­ción pasa tam­bién por exi­gir a las ope­ra­do­ras y a las admi­nis­tra­cio­nes que mejo­ren la auto­no­mía de las infra­es­truc­tu­ras crí­ti­cas, con bate­rías de res­pal­do más poten­tes o gene­ra­ción solar en las ante­nas. No es solo una cues­tión téc­ni­ca, sino de resi­lien­cia social.

¿Estamos preparados para el próximo apagón?

La pre­gun­ta que que­da flo­tan­do tras el apa­gón de 2025 es incó­mo­da: ¿esta­mos lis­tos para vivir sin móvil ni inter­net duran­te horas o días? La res­pues­ta, para la mayo­ría, es un rotun­do no. Pero la bue­na noti­cia es que la pre­pa­ra­ción no es com­pli­ca­da ni cara. Basta con recu­pe­rar algu­nas cos­tum­bres olvi­da­das, ins­ta­lar un par de apps y, sobre todo, hablar con los veci­nos.

La tec­no­lo­gía mesh, los wal­kies y la radio son alia­dos ines­pe­ra­dos en un mun­do digi­tal. No sus­ti­tui­rán al WhatsApp ni al TikTok, pero pue­den mar­car la dife­ren­cia entre el ais­la­mien­to y la cone­xión en una emer­gen­cia. La cla­ve está en no dejar­lo para maña­na: ins­ta­la las apps, com­pra la radio, habla con tu comu­ni­dad.

El apa­gón fue un avi­so, no una con­de­na. Si apren­de­mos la lec­ción, la pró­xi­ma vez esta­re­mos menos per­di­dos y más conec­ta­dos, aun­que sea a la vie­ja usan­za. Porque, al final, comu­ni­car es mucho más que enviar un emo­ji: es estar ahí, aun­que sea en la oscu­ri­dad.


Referencias

  1. Xataka Android. (2025). El apa­gón dejó cla­ro que no pode­mos depen­der de WhatsApp. Estas apps de men­sa­je­ría fun­cio­nan inclu­so sin inter­net. Explica alter­na­ti­vas como Briar, Bridgefy y Meshtastic para comu­ni­car­se sin red.

  2. Maldita Tecnología. (2025). Por qué las tele­co­mu­ni­ca­cio­nes falla­ron con el apa­gón eléc­tri­co y cómo podría­mos mejo­rar la resi­lien­cia. Analiza la vul­ne­ra­bi­li­dad de la infra­es­truc­tu­ra y la opción de móvi­les por saté­li­te.

  3. El Faro de Ceuta. (2025). Cómo actuar en caso de un nue­vo apa­gón eléc­tri­co masi­vo. Detalla las medi­das toma­das por las auto­ri­da­des y las reco­men­da­cio­nes para la pobla­ción.

  4. Hipertextual. (2025). Briar: así es la app para enviar men­sa­jes sin inter­net ni cober­tu­ra. Profundiza en el fun­cio­na­mien­to y limi­ta­cio­nes de Briar, una app cla­ve en situa­cio­nes de emer­gen­cia.

  5. Genbeta. (2025). España se ha que­da­do sin luz con un enor­me apa­gón. Describe el impac­to ini­cial y la recu­pe­ra­ción pro­gre­si­va de las tele­co­mu­ni­ca­cio­nes tras el apa­gón.

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