Starlink Crea una Red Láser Mesh en el Espacio para Interconectar Satélites sin Depender de Estaciones Terrestres

La cons­te­la­ción de saté­li­tes de Starlink, el ambi­cio­so pro­yec­to de inter­net sate­li­tal de SpaceX, ha dado un paso sig­ni­fi­ca­ti­vo hacia la inde­pen­den­cia de las esta­cio­nes terres­tres median­te la imple­men­ta­ción de una red láser mesh en el espa­cio. Esta inno­va­ción tec­no­ló­gi­ca está des­ti­na­da a mejo­rar la resi­lien­cia de la cons­te­la­ción y ampliar su capa­ci­dad de ser­vi­cio a zonas remo­tas del pla­ne­ta, inclui­dos los polos, don­de las esta­cio­nes terres­tres tra­di­cio­na­les no pue­den ope­rar.

Enlaces Láser Intersatélite (ISL): La Clave de la Red Troncal Espacial

La empre­sa, diri­gi­da por Elon Musk, ha com­par­ti­do deta­lles sobre esta red tron­cal en el espa­cio a tra­vés de un tweet, reve­lan­do que actual­men­te cuen­ta con más de 8.000 enla­ces láser inter­sa­té­li­te ópti­cos (ISL) que conec­tan sus saté­li­tes. Esta red se ha con­ver­ti­do en un com­po­nen­te fun­da­men­tal para la ope­ra­ción de Starlink, ya que per­mi­te a los saté­li­tes comu­ni­car­se entre sí sin depen­der en gran medi­da de las esta­cio­nes terres­tres.

Los saté­li­tes Starlink, que ante­rior­men­te depen­dían en gran medi­da de las esta­cio­nes en tie­rra para trans­mi­tir datos a los usua­rios, aho­ra fun­cio­nan como nodos en una malla (mesh) que enru­ta el trá­fi­co de datos entre los saté­li­tes veci­nos. Estos datos se trans­mi­ten de un saté­li­te a otro a tra­vés de haces láser alta­men­te pre­ci­sos. La intro­duc­ción de esta red láser mesh en el espa­cio les per­mi­te ope­rar de mane­ra más inde­pen­dien­te y exten­der sus ser­vi­cios a áreas geo­grá­fi­cas remo­tas y desa­fian­tes, como los polos, don­de no hay esta­cio­nes terres­tres.

Monitor láser sistema Starlink

Satélites Starlink V2 Mini: Equipados con Tecnología Láser Avanzada

El lan­za­mien­to de los saté­li­tes Starlink V2 Mini mar­ca un hito impor­tan­te en la imple­men­ta­ción de esta tec­no­lo­gía láser. Estos saté­li­tes están equi­pa­dos con tres láse­res ópti­cos cada uno, dise­ña­dos para supe­rar el desa­fío de apun­tar con pre­ci­sión a un obje­ti­vo que se encuen­tra a cien­tos de kiló­me­tros de dis­tan­cia. Estos láse­res pue­den man­te­ner una línea de visión esta­ble entre saté­li­tes, inclu­so en con­di­cio­nes de per­tur­ba­ción, y uti­li­zar la luz para esta­ble­cer enla­ces de datos de alta velo­ci­dad de has­ta 100 Gbps.

Esta capa­ci­dad de enla­ce láser ópti­co entre saté­li­tes es una solu­ción tec­no­ló­gi­ca cru­cial para supe­rar las limi­ta­cio­nes de la comu­ni­ca­ción sate­li­tal tra­di­cio­nal y mejo­rar la efi­cien­cia y la velo­ci­dad de la trans­mi­sión de datos a tra­vés de la cons­te­la­ción Starlink.

Mejorando la Sostenibilidad y Reduciendo el Brillo

Además de los avan­ces en la tec­no­lo­gía láser, SpaceX ha enfo­ca­do sus esfuer­zos en abor­dar preo­cu­pa­cio­nes rela­cio­na­das con la sos­te­ni­bi­li­dad y el impac­to visual de sus saté­li­tes en el espa­cio. La com­pa­ñía ha tra­ba­ja­do en cola­bo­ra­ción con astró­no­mos de renom­bre inter­na­cio­nal para redu­cir al máxi­mo el bri­llo emi­ti­do por sus saté­li­tes, mini­mi­zan­do así la inter­fe­ren­cia con la obser­va­ción astro­nó­mi­ca des­de la Tierra.

Los saté­li­tes Starlink V2 Mini están dise­ña­dos tenien­do en cuen­ta la sos­te­ni­bi­li­dad y cuen­tan con espe­jos die­léc­tri­cos y pin­tu­ra negra alta­men­te oscu­ra para absor­ber y redi­ri­gir la luz lejos del sue­lo. Esto se tra­du­ce en una reduc­ción sig­ni­fi­ca­ti­va de la can­ti­dad de luz refle­ja­da hacia la Tierra, lo que mejo­ra la cali­dad de las obser­va­cio­nes astro­nó­mi­cas y redu­ce el impac­to ambien­tal de la cons­te­la­ción.

Una Red Láser Mesh para el Futuro

La imple­men­ta­ción de la red láser mesh en el espa­cio repre­sen­ta un avan­ce tec­no­ló­gi­co fun­da­men­tal para Starlink y para la indus­tria de las comu­ni­ca­cio­nes sate­li­ta­les en su con­jun­to. Esta red no solo ofre­ce inde­pen­den­cia de las esta­cio­nes terres­tres, sino que tam­bién mejo­ra la resi­lien­cia de la cons­te­la­ción fren­te a posi­bles fallos en los saté­li­tes indi­vi­dua­les.

Además, la capa­ci­dad de trans­mi­tir datos a tra­vés de enla­ces láser a velo­ci­da­des de has­ta 100 Gbps abre nue­vas posi­bi­li­da­des para la conec­ti­vi­dad de alta velo­ci­dad en áreas remo­tas y rura­les, lo que podría tener un impac­to sig­ni­fi­ca­ti­vo en la conec­ti­vi­dad glo­bal y la expan­sión de ser­vi­cios de inter­net de ban­da ancha.

En resu­men, la red láser mesh de Starlink repre­sen­ta un paso audaz hacia el futu­ro de las comu­ni­ca­cio­nes sate­li­ta­les, con un enfo­que en la inde­pen­den­cia, la resi­lien­cia y la sos­te­ni­bi­li­dad. A medi­da que esta tec­no­lo­gía con­ti­núe evo­lu­cio­nan­do, vere­mos mayo­res avan­ces en la cons­te­la­ción Starlink y en la for­ma en que brin­da conec­ti­vi­dad a per­so­nas de todo el mun­do.

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE. UU. Inicia un Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial

El anun­cio del direc­tor salien­te de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), el gene­ral del ejér­ci­to Paul Nakasone, de que la NSA está esta­ble­cien­do un Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial mar­ca un hito impor­tan­te en la evo­lu­ción de la segu­ri­dad ciber­né­ti­ca y la defen­sa de EE. UU. A medi­da que las capa­ci­da­des de inte­li­gen­cia arti­fi­cial (IA) se adquie­ren, desa­rro­llan e inte­gran cada vez más en los sis­te­mas de defen­sa y de inte­li­gen­cia del país.

En su dis­cur­so en el National Press Club, el gene­ral Nakasone des­ta­có la impor­tan­cia de este cen­tro de segu­ri­dad de IA, que se incor­po­ra­rá al Centro de Colaboración en Ciberseguridad de la NSA, don­de la agen­cia tra­ba­ja con la indus­tria pri­va­da y socios inter­na­cio­na­les para for­ta­le­cer la base indus­trial de defen­sa de EE. UU. con­tra ame­na­zas de adver­sa­rios como China y Rusia.

Vamos a ver la impor­tan­cia del Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial de la NSA, las ame­na­zas ciber­né­ti­cas actua­les y futu­ras, y cómo la IA está desem­pe­ñan­do un papel cru­cial en la defen­sa nacio­nal de EE. UU.

El Papel de la Inteligencia Artificial en la Seguridad Nacional

La inte­li­gen­cia arti­fi­cial ha revo­lu­cio­na­do la for­ma en que las orga­ni­za­cio­nes abor­dan la segu­ri­dad ciber­né­ti­ca y la defen­sa nacio­nal. Desde el aná­li­sis de ame­na­zas has­ta la detec­ción de intru­sio­nes y la toma de deci­sio­nes en tiem­po real, la IA se ha con­ver­ti­do en una herra­mien­ta esen­cial para garan­ti­zar la segu­ri­dad de las redes y sis­te­mas crí­ti­cos.

El esta­ble­ci­mien­to del Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial de la NSA demues­tra el reco­no­ci­mien­to de la agen­cia de que la IA desem­pe­ña­rá un papel cada vez más impor­tan­te en la segu­ri­dad nacio­nal de EE. UU. La agen­cia bus­ca apro­ve­char la IA para for­ta­le­cer sus capa­ci­da­des de detec­ción y res­pues­ta ante ame­na­zas ciber­né­ti­cas.

El Desafío de la Seguridad de la Inteligencia Artificial

Si bien la IA ofre­ce muchas ven­ta­jas en tér­mi­nos de segu­ri­dad ciber­né­ti­ca, tam­bién pre­sen­ta desa­fíos sig­ni­fi­ca­ti­vos. Uno de los prin­ci­pa­les desa­fíos iden­ti­fi­ca­dos por la NSA es la segu­ri­dad de los mode­los de IA con­tra el robo y el sabo­ta­je. Los mode­los de IA son acti­vos crí­ti­cos que, si se com­pro­me­ten, pue­den tener con­se­cuen­cias gra­ves para la segu­ri­dad nacio­nal.

Los mode­los de IA gene­ra­ti­va, en par­ti­cu­lar, repre­sen­tan un desa­fío debi­do a su capa­ci­dad para crear con­te­ni­do de mane­ra autó­no­ma, lo que inclu­ye la crea­ción de con­te­ni­do mali­cio­so o enga­ño­so. La capa­ci­dad de la IA para gene­rar tex­to, imá­ge­nes y videos de alta cali­dad plan­tea preo­cu­pa­cio­nes sobre su uso en la crea­ción de infor­ma­ción fal­sa o ata­ques sofis­ti­ca­dos.

El Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial de la NSA

El Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial de la NSA se ha esta­ble­ci­do para abor­dar estos desa­fíos. Tendrá un enfo­que mul­ti­fa­cé­ti­co que abar­ca­rá la cola­bo­ra­ción con la indus­tria, labo­ra­to­rios nacio­na­les, aca­dé­mi­cos, el Departamento de Defensa y socios inter­na­cio­na­les. Su obje­ti­vo prin­ci­pal es desa­rro­llar prác­ti­cas reco­men­da­das, prin­ci­pios, eva­lua­ción, meto­do­lo­gía y mar­cos de ries­go en el cam­po de la segu­ri­dad de la IA.

Este cen­tro se con­ver­ti­rá en el pun­to focal de la NSA para apro­ve­char las pers­pi­ca­cias de inte­li­gen­cia extran­je­ra, con­tri­buir al desa­rro­llo de mejo­res prác­ti­cas y pro­mo­ver el desa­rro­llo y la adop­ción segu­ra de la IA en los sis­te­mas de segu­ri­dad nacio­nal y la base indus­trial de defen­sa de EE. UU.

El Riesgo Cibernético Actual y Futuro

El dis­cur­so del gene­ral Nakasone tam­bién des­ta­có la impor­tan­cia de pro­te­ger las redes y sis­te­mas de EE. UU. ante las ame­na­zas ciber­né­ti­cas actua­les y futu­ras. China y Rusia se encuen­tran entre los prin­ci­pa­les adver­sa­rios en el ciber­es­pa­cio, y se ha hecho hin­ca­pié en la ame­na­za par­ti­cu­lar que repre­sen­ta China.

La ciber­se­gu­ri­dad ha evo­lu­cio­na­do de mane­ra sig­ni­fi­ca­ti­va en los últi­mos años, y los ciber­de­lin­cuen­tes están uti­li­zan­do téc­ni­cas cada vez más sofis­ti­ca­das para ata­car redes y sis­te­mas. China, en par­ti­cu­lar, ha inten­si­fi­ca­do sus ope­ra­cio­nes ciber­né­ti­cas diri­gi­das a ins­ti­tu­cio­nes de EE. UU. y sus alia­dos, lo que inclu­ye la posi­ble pre­po­si­ción de malwa­re dise­ña­do para inte­rrum­pir las comu­ni­ca­cio­nes mili­ta­res.

El gene­ral Nakasone men­cio­nó que has­ta el momen­to no se ha detec­ta­do nin­gu­na influen­cia de Rusia o China en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les de EE. UU. en 2024. Sin embar­go, des­ta­có que se lle­va­rán a cabo varias elec­cio­nes en todo el mun­do antes de esa fecha y que EE. UU. cola­bo­ra­rá con sus socios y alia­dos para disua­dir cual­quier esfuer­zo en ese sen­ti­do.

El Papel de la Inteligencia Artificial en la Ciberseguridad

La inte­li­gen­cia arti­fi­cial desem­pe­ña un papel fun­da­men­tal en la ciber­se­gu­ri­dad moder­na. Permite ana­li­zar gran­des can­ti­da­des de datos en tiem­po real y detec­tar patro­nes de com­por­ta­mien­to anor­mal que podrían indi­car un ata­que ciber­né­ti­co. La IA tam­bién pue­de auto­ma­ti­zar la res­pues­ta a ame­na­zas, ace­le­ran­do la capa­ci­dad de reac­ción y miti­ga­ción de ries­gos.

El uso de la IA en la ciber­se­gu­ri­dad no impli­ca que las deci­sio­nes estén total­men­te en manos de las máqui­nas. El gene­ral Nakasone enfa­ti­zó que, si bien la IA brin­da asis­ten­cia valio­sa, las deci­sio­nes fina­les siguen sien­do res­pon­sa­bi­li­dad de los seres huma­nos. La «inte­li­gen­cia arti­fi­cial» no sig­ni­fi­ca que la toma de deci­sio­nes esté com­ple­ta­men­te auto­ma­ti­za­da, sino que se uti­li­za para aumen­tar la capa­ci­dad de los ana­lis­tas y los defen­so­res de la ciber­se­gu­ri­dad.

El Futuro de la Ciberseguridad y la Inteligencia Artificial

El esta­ble­ci­mien­to del Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial de la NSA es un paso sig­ni­fi­ca­ti­vo hacia el for­ta­le­ci­mien­to de las capa­ci­da­des de ciber­se­gu­ri­dad de EE. UU. y la pro­tec­ción de sus intere­ses nacio­na­les. La ciber­se­gu­ri­dad es un cam­po en cons­tan­te evo­lu­ción, y la IA desem­pe­ña­rá un papel cada vez más impor­tan­te en la detec­ción y res­pues­ta a ame­na­zas ciber­né­ti­cas.

La cola­bo­ra­ción entre agen­cias guber­na­men­ta­les, la indus­tria pri­va­da, la aca­de­mia y socios inter­na­cio­na­les será cru­cial para abor­dar los desa­fíos de segu­ri­dad ciber­né­ti­ca actua­les y futu­ros. La pro­tec­ción de las redes y sis­te­mas de EE. UU. es fun­da­men­tal para la segu­ri­dad nacio­nal y la esta­bi­li­dad glo­bal.

En resu­men, el Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial de la NSA es un indi­cio de la impor­tan­cia de la IA en la segu­ri­dad nacio­nal de EE. UU. y su com­pro­mi­so de abor­dar las ame­na­zas ciber­né­ti­cas. A medi­da que la tec­no­lo­gía con­ti­núa avan­zan­do, la IA segui­rá desem­pe­ñan­do un papel esen­cial en la pro­tec­ción de las redes y sis­te­mas crí­ti­cos. La cola­bo­ra­ción y la inno­va­ción en este cam­po serán fun­da­men­ta­les para man­te­ner la segu­ri­dad en un mun­do cada vez más digi­ta­li­za­do.

En defi­ni­ti­va hoy el mun­do va a ser un poco más vigi­la­do…

In principio erat Kraftwerk

Kraftwerk son con­si­de­ra­dos los pio­ne­ros de la músi­ca elec­tró­ni­ca, sus rit­mos repe­ti­ti­vos y la inclu­sión de múl­ti­ples sin­te­ti­za­do­res y voco­ders en sus com­po­si­cio­nes hicie­ron que estas nue­vas for­mas de enten­der la músi­ca entra­sen en las lis­tas de éxi­tos.

Pero los orí­ge­nes de la músi­ca elec­tró­ni­ca comen­za­ron unos años antes… unos cuan­tos años antes…

Lá música electrónica en el siglo XIX

Si, no esta­mos equi­vo­ca­dos, los soni­dos elec­tró­ni­cos ya comen­za­ron en el siglo XIX, años antes de que ni siquie­ra los inte­gran­tes de Kraftwerk hubie­sen naci­do.

En 1898 se cons­tru­yó el que se pue­de con­si­de­rar el pri­mer ins­tru­men­to elec­tró­ni­co.

Realmente era un dis­po­si­ti­vo elec­tro­me­cá­ni­co crea­do por Thaddeus Cahill que median­te rue­das tona­les elec­tro­mag­né­ti­cas pro­du­cía soni­dos simi­la­res a los del órgano.

Este ins­tru­men­to pesa­ba unas 200 tone­la­das y media 18 metros de lar­go.

El nom­bre de este gigan­tes­co ins­tru­men­to era Telharmonium o Dynamophone.

El Therlarmonium
Parte de la ins­ta­la­ción de un Telharmonium, esta es la par­te don­de se mez­cla­ban los tonos res­pon­dien­do al tecla­do.

Los inicios del siglo XX

En 1919 se creo el que se con­si­de­ra el pri­mer ins­tru­men­to elec­tró­ni­co de mane­ra ofi­cial.

Su crea­dor se lla­ma­ba Leon Theremin y su ins­tru­men­to lle­va­ba su nom­bre.

El Theremin se uti­li­zó en múl­ti­ples con­cier­tos y reci­ta­les a lo lar­go de todo el mun­do sien­do un ins­tru­men­to que ha lle­ga­do a nues­tros días uti­li­zán­do­se en muchos temas actua­les.

La cons­truc­ción del Theremin esta­ba for­ma­da por dos ante­nas metá­li­cas que detec­tan la posi­ción de las manos del inter­pre­te que hace sonar el ins­tru­men­to sin tocar­lo.

Al mover las manos ale­ján­do­se o acer­cán­do­se de las ante­nas se actúa sobre un osci­la­dor y un modi­fi­ca­dor de volu­men que son los que hacen sonar el Theremin.

Otro ins­tru­men­to que fue más cono­ci­do en su épo­ca pero que no se ha segui­do uti­li­zan­do de for­ma tan cono­ci­da como el Theremin fue el Martenot, crea­do por Maurice Martenot.

El Martenot al con­tra­rio que el Theremin si requie­re con­tac­to por par­te del inter­pre­te, al menos en par­te ya que está for­ma­do por un tecla­do y un gene­ra­dor de baja fre­cuen­cia.

El inter­pre­te se colo­ca un ani­llo en el dedo índi­ce de la mano dere­cha, la posi­ción de la mano sobre el gene­ra­dor de baja fre­cuen­cia varia la altu­ra que ten­drá la nota que será varia­da median­te el tecla­do que usa­rá con la mano izquier­da.

Llegan los sintetizadores

Después de varias evo­lu­cio­nes en los méto­dos de gra­ba­ción con con­si­guie­ron mejo­rar los sis­te­mas de repro­duc­ción tales como el sis­te­ma AC Bias o la gra­ba­ción en esté­reo por par­te de AEG en 1942 apa­re­cie­ron los pri­me­ros sin­te­ti­za­do­res elec­tró­ni­cos.

Precursores de estos sin­te­ti­za­do­res fue­ron los Órganos Hammond que eran dis­po­si­ti­vos elec­tro­mag­né­ti­cos con un soni­do muy carac­te­rís­ti­co.

El pri­mer sin­te­ti­za­dor fue el Clavivox, crea­do por Raymond Scott y Robert Moog (si el del sin­te­ti­za­dor Moog).

Clavivox
Una ver­sión algo más moder­na del pri­mer sin­te­ti­za­dor Clavivox

Después lle­go el Buchla dise­ña­do por el inge­nie­ro de soni­do Don Buchla, si bien el pri­mer mode­lo no tenía un tecla­do como el de un piano si per­mi­tía la gene­ra­ción de bucles soni­dos median­te una pro­gra­ma­ción pri­mi­ti­va median­te con­mu­ta­do­res.

Pero el sin­te­ti­za­dor que revo­lu­cio­nó la músi­ca elec­tró­ni­ca fue sin duda el Moog.

Creado por Robert Moog en 1964, el sin­te­ti­za­dor modu­lar Moog fue un cam­bio en los ins­tru­men­tos musi­ca­les elec­tró­ni­cos.

Robert Moog
Robert Moog con algu­nos de sus sin­te­ti­za­do­res

Etapa pre-Kraftwerk

En 1968 Ralf Hütter y Florian Schneider se cono­cie­ron en Düsseldorf en un semi­na­rio de impro­vi­sa­ción musi­cal y crea­ron un gru­po lla­ma­do Organization.

Con Organization die­ron varios con­cier­tos en clu­bes, salas de arte y uni­ver­si­da­des mos­tran­do su músi­ca elec­tró­ni­ca.

A ellos se unie­ron Basil Hammoudi, Bucht Hauf Alfred Mönicks y Konrad Plank.

Solo gra­ba­ron un dis­co titu­la­do Tone Float con RCA Victor en 1970.

Este dis­co solo se podía con­se­guir en Alemania impor­tán­do­lo des­de Reino Unido pro lo que las ven­tas fue­ron esca­sas y RCA aban­do­nó al gru­po.

Tras este fra­ca­so tan solo Ralf Hütter y Florian Schneider con­ti­nua­ron con sus pro­yec­tos musi­ca­les pasan­do a crear Kraftwerk.

Organization - Tone Float
Carátula del dis­co Tone Float de Organization

Nace Kraftwerk

En 1970 Ralf y Florian se esta­ble­cen en su pro­pio estu­dio de gra­ba­ción lla­ma­do Kling Klang Studio en Düsseldorf y ese mis­mo año gra­ban su pri­mer dis­co lla­ma­do Kraftwerk 1, la por­ta­da de este dis­co solo tenía su nom­bre y un cono de trá­fi­co. Este cono de trá­fi­co paso a ser su mar­ca como gru­po y aún per­ma­ne­ce.

Sus pri­me­ros con­cier­tos se limi­ta­ron a Alemania pero en 1973 amplia­ron su gira y die­ron con­cier­tos en París, el espec­tácu­lo audio­vi­sual inclui­da luces de neón y pro­yec­cio­nes de dia­po­si­ti­vas.

Tras su segun­do dis­co lla­ma­do Kraftwerk 2, en 1973 publi­can su ter­cer álbum titu­la­do Ralf&Florian, este álbum ya con­te­nía soni­dos crea­dos con sin­te­ti­za­do­res y voco­der y un libre­to con dibu­jos de Emil Schult y los pro­pios Ralf y Florian.

El siguien­te año publi­ca­ron el álbum que los acer­có al publi­co fue­ra de los cir­cui­tos en los que has­ta ese momen­to toca­ban.

El álbum Autobahn, este álbum tenía un tema de 22 minu­tos y Hütter y Schneider toca­ron todos los ins­tru­men­tos y can­ta­ron temas co-escritos con Emil Schult que tam­bién dise­ño la cubier­ta del dis­co.

Con su siguien­te dis­co, Radio-Activity, con­si­guie­ron un dis­co de oro en Francia, pero no obtu­vo éxi­to de Autobahn a pesar de ello.

Tras el no tan buen resul­ta­do de Radio-Activity, Kraftwerk comen­zó a pen­sar en su siguien­te tra­ba­jo, para ello cons­tru­ye­ron un secuen­cia­dor de 16 pis­tas para poder con­tro­lar el Mini Moog.

Este álbum se lla­mó Trans Europe Express.

The Man-Machine fue su siguien­te álbum, para este nue­vo dis­co cam­bia­ron su méto­do de inter­pre­ta­ción y lo que hicie­ron fue hacer que los secuen­cia­do­res del estu­dio y res­to de equi­pos repi­tie­sen melo­días mien­tras ellos rea­li­za­ban diver­sas mez­clas, así a base de repe­tir impro­vi­sa­cio­nes con­si­guie­ron crear los temas del dis­co.

Kraftwerk se vuelve digital

Cuando en España lo que triun­fa­ba era la Movida, Kraftwerk tra­ba­ja­ba en su nue­vo tra­ba­jo.

En 1981 lan­zó Computer World, el dis­co se com­pu­so, gra­bó y mez­cló en el Kling Klang Studio uti­li­zan­do gra­ba­ción secuen­cial ana­ló­gi­ca mul­ti­ca­nal y sin­cro­ni­zan­do la gra­ba­ción sobre cin­ta en un pro­ce­so crea­do en el pro­pio estu­dio.

Algunas de las voces elec­tró­ni­cas que apa­re­cen en el dis­co están hechas con un tra­duc­tor de Texas Instruments.

En esta déca­da Kraftwerk se embar­có en un ambi­cio­so pro­yec­to, hacer por­tá­til el Kling Klang Studio des­de 1976 no habían podi­do hacer con­cier­tos en direc­to dada la com­ple­ji­dad del sis­te­ma de gra­ba­ción y pro­duc­ción del gru­po, así que con­vir­tie­ron todo el estu­dio en modu­lar median­te un sis­te­ma de racks y vol­vie­ron a la carre­te­ra con una gira mun­dial por Europa, Estados Unidos, Japón, Australia y la India.

En este nue­vo Kling Klang por­tá­til la estruc­tu­ra for­ma­ba una «V» tras los com­po­nen­tes del gru­po y cua­tro pan­ta­llas mos­tra­ban videos y ani­ma­cio­nes.

Mientras en España lle­ga­ba Naranjito, los Kraftwerk comen­za­ron la pro­duc­ción de su siguien­te dis­co lla­ma­do Tour de France.

El álbum tenía como con­cep­to cen­tral el ciclis­mo tan­to en los aspec­tos físi­cos como men­ta­les en cuan­to a hom­bres y máqui­nas, en este dis­co comen­zó la expe­ri­men­ta­ción con sam­plers digi­ta­les uti­li­zan­do rui­dos de ciclis­tas, res­pi­ra­cio­nes huma­nas y otros soni­dos para crear rit­mos.

El tema prin­ci­pal fue uti­li­za­do para el Tour de France del año 1983, el álbum Tour de France no pudo ser ter­mi­na­do has­ta el año 2003.

Paralelamente al desa­rro­llo de Tour de France esta­ban tra­ba­jan­do en Technopop, tra­ba­jo que se publi­có en 1986 final­men­te con el títu­lo de Electric Café.

Este álbum fue un cam­bio en la tec­no­lo­gía uti­li­za­da por el gru­po ya que todo el Kling Klang Studio se vol­vió digi­tal.

También fue el pri­mer dis­co en el que en el tema Musique Non-Stop fue rea­li­za­do de for­ma ínte­gra­men­te sin­té­ti­ca con imá­ge­nes por orde­na­dor crea­das por Rebeca Allen.

Desde enton­ces Kraftwerk ha segui­do evo­lu­cio­nan­do en su músi­ca y sus crea­cio­nes has­ta nues­tros días pero sin per­der la esen­cia de la músi­ca elec­tró­ni­ca de sus orí­ge­nes.

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