Sesaparición de airbnb en Nueva York?

El cambio de paisaje en los alquileres de corta duración: ¿Airbnb en declive en Nueva York?

El pai­sa­je de los alqui­le­res de cor­ta dura­ción en Nue­va York ha sufri­do un cam­bio drás­ti­co con la imple­men­ta­ción de nue­vas regu­la­cio­nes que, según Airbnb, han lle­va­do a una «prohi­bi­ción de fac­to» en la ciu­dad. Estas regu­la­cio­nes prohí­ben el alqui­ler de vivien­das com­ple­tas, limi­tan las reser­vas a dos hués­pe­des y exi­gen la pre­sen­cia del anfi­trión duran­te la estan­cia.

La res­pues­ta de Airbnb ha sido crí­ti­ca, seña­lan­do una dis­mi­nu­ción sig­ni­fi­ca­ti­va en las opcio­nes de alo­ja­mien­to, el aumen­to de las tari­fas hote­le­ras y la apa­ri­ción de anun­cios no regis­tra­dos en sitios no regu­la­dos. La pla­ta­for­ma sos­tie­ne que estas regu­la­cio­nes han hecho que la ciu­dad sea menos ase­qui­ble para los visi­tan­tes, espe­cial­men­te duran­te la tem­po­ra­da de vaca­cio­nes.

La fati­ga de Airbnb no es un fenó­meno ais­la­do. Los usua­rios han expre­sa­do su can­san­cio debi­do a tari­fas ocul­tas, nor­mas de anfi­trio­nes y aho­ra, res­tric­cio­nes adi­cio­na­les impues­tas por regu­la­cio­nes guber­na­men­ta­les. Aun­que Airbnb ha imple­men­ta­do medi­das para abor­dar algu­nas de estas preo­cu­pa­cio­nes, como mos­trar el pre­cio total por ade­lan­ta­do, la pla­ta­for­ma sigue enfren­tan­do desa­fíos en su inten­to de recu­pe­rar la con­fian­za de los usua­rios.

La des­apa­ri­ción de miles de anun­cios ha redu­ci­do la diver­si­dad de opcio­nes en la pla­ta­for­ma, eli­mi­nan­do el fac­tor sor­pre­sa que solía carac­te­ri­zar a Airbnb. La obli­ga­ción de que los anfi­trio­nes estén pre­sen­tes duran­te la estan­cia tam­bién ha cam­bia­do la diná­mi­ca de pri­va­ci­dad que los usua­rios solían dis­fru­tar con los alqui­le­res de vivien­das com­ple­tas.

El impac­to en los pre­cios es otro aspec­to des­ta­ca­do. La ofer­ta redu­ci­da en Airbnb ha lle­va­do a un aumen­to de las tari­fas hote­le­ras, aun­que es difí­cil atri­buir com­ple­ta­men­te este fenó­meno a las nue­vas regu­la­cio­nes. Los exper­tos advier­ten a los turis­tas que espe­ren «pre­cios neo­yor­qui­nos» duran­te sus estan­cias.

La prohi­bi­ción de fac­to de Airbnb en Nue­va York ha des­en­ca­de­na­do un deba­te sobre la uti­li­dad con­ti­nua de la pla­ta­for­ma en el cam­bian­te pai­sa­je de los alqui­le­res de cor­ta dura­ción. Des­de expe­rien­cias per­so­na­les has­ta impli­ca­cio­nes eco­nó­mi­cas, la deci­sión de la ciu­dad y la res­pues­ta de Airbnb mar­can un hito sig­ni­fi­ca­ti­vo en la evo­lu­ción de la indus­tria de via­jes y hos­pi­ta­li­dad en la era post­pan­dé­mi­ca.

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