La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE. UU. Inicia un Centro de Seguridad de Inteligencia Artificial

El anun­cio del direc­tor salien­te de la Agen­cia de Segu­ri­dad Nacio­nal (NSA), el gene­ral del ejér­ci­to Paul Naka­so­ne, de que la NSA está esta­ble­cien­do un Cen­tro de Segu­ri­dad de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial mar­ca un hito impor­tan­te en la evo­lu­ción de la segu­ri­dad ciber­né­ti­ca y la defen­sa de EE. UU. A medi­da que las capa­ci­da­des de inte­li­gen­cia arti­fi­cial (IA) se adquie­ren, desa­rro­llan e inte­gran cada vez más en los sis­te­mas de defen­sa y de inte­li­gen­cia del país.

En su dis­cur­so en el Natio­nal Press Club, el gene­ral Naka­so­ne des­ta­có la impor­tan­cia de este cen­tro de segu­ri­dad de IA, que se incor­po­ra­rá al Cen­tro de Cola­bo­ra­ción en Ciber­se­gu­ri­dad de la NSA, don­de la agen­cia tra­ba­ja con la indus­tria pri­va­da y socios inter­na­cio­na­les para for­ta­le­cer la base indus­trial de defen­sa de EE. UU. con­tra ame­na­zas de adver­sa­rios como Chi­na y Rusia.

Vamos a ver la impor­tan­cia del Cen­tro de Segu­ri­dad de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial de la NSA, las ame­na­zas ciber­né­ti­cas actua­les y futu­ras, y cómo la IA está desem­pe­ñan­do un papel cru­cial en la defen­sa nacio­nal de EE. UU.

El Papel de la Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial en la Segu­ri­dad Nacio­nal

La inte­li­gen­cia arti­fi­cial ha revo­lu­cio­na­do la for­ma en que las orga­ni­za­cio­nes abor­dan la segu­ri­dad ciber­né­ti­ca y la defen­sa nacio­nal. Des­de el aná­li­sis de ame­na­zas has­ta la detec­ción de intru­sio­nes y la toma de deci­sio­nes en tiem­po real, la IA se ha con­ver­ti­do en una herra­mien­ta esen­cial para garan­ti­zar la segu­ri­dad de las redes y sis­te­mas crí­ti­cos.

El esta­ble­ci­mien­to del Cen­tro de Segu­ri­dad de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial de la NSA demues­tra el reco­no­ci­mien­to de la agen­cia de que la IA desem­pe­ña­rá un papel cada vez más impor­tan­te en la segu­ri­dad nacio­nal de EE. UU. La agen­cia bus­ca apro­ve­char la IA para for­ta­le­cer sus capa­ci­da­des de detec­ción y res­pues­ta ante ame­na­zas ciber­né­ti­cas.

El Desa­fío de la Segu­ri­dad de la Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial

Si bien la IA ofre­ce muchas ven­ta­jas en tér­mi­nos de segu­ri­dad ciber­né­ti­ca, tam­bién pre­sen­ta desa­fíos sig­ni­fi­ca­ti­vos. Uno de los prin­ci­pa­les desa­fíos iden­ti­fi­ca­dos por la NSA es la segu­ri­dad de los mode­los de IA con­tra el robo y el sabo­ta­je. Los mode­los de IA son acti­vos crí­ti­cos que, si se com­pro­me­ten, pue­den tener con­se­cuen­cias gra­ves para la segu­ri­dad nacio­nal.

Los mode­los de IA gene­ra­ti­va, en par­ti­cu­lar, repre­sen­tan un desa­fío debi­do a su capa­ci­dad para crear con­te­ni­do de mane­ra autó­no­ma, lo que inclu­ye la crea­ción de con­te­ni­do mali­cio­so o enga­ño­so. La capa­ci­dad de la IA para gene­rar tex­to, imá­ge­nes y videos de alta cali­dad plan­tea preo­cu­pa­cio­nes sobre su uso en la crea­ción de infor­ma­ción fal­sa o ata­ques sofis­ti­ca­dos.

El Cen­tro de Segu­ri­dad de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial de la NSA

El Cen­tro de Segu­ri­dad de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial de la NSA se ha esta­ble­ci­do para abor­dar estos desa­fíos. Ten­drá un enfo­que mul­ti­fa­cé­ti­co que abar­ca­rá la cola­bo­ra­ción con la indus­tria, labo­ra­to­rios nacio­na­les, aca­dé­mi­cos, el Depar­ta­men­to de Defen­sa y socios inter­na­cio­na­les. Su obje­ti­vo prin­ci­pal es desa­rro­llar prác­ti­cas reco­men­da­das, prin­ci­pios, eva­lua­ción, meto­do­lo­gía y mar­cos de ries­go en el cam­po de la segu­ri­dad de la IA.

Este cen­tro se con­ver­ti­rá en el pun­to focal de la NSA para apro­ve­char las pers­pi­ca­cias de inte­li­gen­cia extran­je­ra, con­tri­buir al desa­rro­llo de mejo­res prác­ti­cas y pro­mo­ver el desa­rro­llo y la adop­ción segu­ra de la IA en los sis­te­mas de segu­ri­dad nacio­nal y la base indus­trial de defen­sa de EE. UU.

El Ries­go Ciber­né­ti­co Actual y Futu­ro

El dis­cur­so del gene­ral Naka­so­ne tam­bién des­ta­có la impor­tan­cia de pro­te­ger las redes y sis­te­mas de EE. UU. ante las ame­na­zas ciber­né­ti­cas actua­les y futu­ras. Chi­na y Rusia se encuen­tran entre los prin­ci­pa­les adver­sa­rios en el ciber­es­pa­cio, y se ha hecho hin­ca­pié en la ame­na­za par­ti­cu­lar que repre­sen­ta Chi­na.

La ciber­se­gu­ri­dad ha evo­lu­cio­na­do de mane­ra sig­ni­fi­ca­ti­va en los últi­mos años, y los ciber­de­lin­cuen­tes están uti­li­zan­do téc­ni­cas cada vez más sofis­ti­ca­das para ata­car redes y sis­te­mas. Chi­na, en par­ti­cu­lar, ha inten­si­fi­ca­do sus ope­ra­cio­nes ciber­né­ti­cas diri­gi­das a ins­ti­tu­cio­nes de EE. UU. y sus alia­dos, lo que inclu­ye la posi­ble pre­po­si­ción de malwa­re dise­ña­do para inte­rrum­pir las comu­ni­ca­cio­nes mili­ta­res.

El gene­ral Naka­so­ne men­cio­nó que has­ta el momen­to no se ha detec­ta­do nin­gu­na influen­cia de Rusia o Chi­na en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les de EE. UU. en 2024. Sin embar­go, des­ta­có que se lle­va­rán a cabo varias elec­cio­nes en todo el mun­do antes de esa fecha y que EE. UU. cola­bo­ra­rá con sus socios y alia­dos para disua­dir cual­quier esfuer­zo en ese sen­ti­do.

El Papel de la Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial en la Ciber­se­gu­ri­dad

La inte­li­gen­cia arti­fi­cial desem­pe­ña un papel fun­da­men­tal en la ciber­se­gu­ri­dad moder­na. Per­mi­te ana­li­zar gran­des can­ti­da­des de datos en tiem­po real y detec­tar patro­nes de com­por­ta­mien­to anor­mal que podrían indi­car un ata­que ciber­né­ti­co. La IA tam­bién pue­de auto­ma­ti­zar la res­pues­ta a ame­na­zas, ace­le­ran­do la capa­ci­dad de reac­ción y miti­ga­ción de ries­gos.

El uso de la IA en la ciber­se­gu­ri­dad no impli­ca que las deci­sio­nes estén total­men­te en manos de las máqui­nas. El gene­ral Naka­so­ne enfa­ti­zó que, si bien la IA brin­da asis­ten­cia valio­sa, las deci­sio­nes fina­les siguen sien­do res­pon­sa­bi­li­dad de los seres huma­nos. La «inte­li­gen­cia arti­fi­cial» no sig­ni­fi­ca que la toma de deci­sio­nes esté com­ple­ta­men­te auto­ma­ti­za­da, sino que se uti­li­za para aumen­tar la capa­ci­dad de los ana­lis­tas y los defen­so­res de la ciber­se­gu­ri­dad.

El Futu­ro de la Ciber­se­gu­ri­dad y la Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial

El esta­ble­ci­mien­to del Cen­tro de Segu­ri­dad de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial de la NSA es un paso sig­ni­fi­ca­ti­vo hacia el for­ta­le­ci­mien­to de las capa­ci­da­des de ciber­se­gu­ri­dad de EE. UU. y la pro­tec­ción de sus intere­ses nacio­na­les. La ciber­se­gu­ri­dad es un cam­po en cons­tan­te evo­lu­ción, y la IA desem­pe­ña­rá un papel cada vez más impor­tan­te en la detec­ción y res­pues­ta a ame­na­zas ciber­né­ti­cas.

La cola­bo­ra­ción entre agen­cias guber­na­men­ta­les, la indus­tria pri­va­da, la aca­de­mia y socios inter­na­cio­na­les será cru­cial para abor­dar los desa­fíos de segu­ri­dad ciber­né­ti­ca actua­les y futu­ros. La pro­tec­ción de las redes y sis­te­mas de EE. UU. es fun­da­men­tal para la segu­ri­dad nacio­nal y la esta­bi­li­dad glo­bal.

En resu­men, el Cen­tro de Segu­ri­dad de Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial de la NSA es un indi­cio de la impor­tan­cia de la IA en la segu­ri­dad nacio­nal de EE. UU. y su com­pro­mi­so de abor­dar las ame­na­zas ciber­né­ti­cas. A medi­da que la tec­no­lo­gía con­ti­núa avan­zan­do, la IA segui­rá desem­pe­ñan­do un papel esen­cial en la pro­tec­ción de las redes y sis­te­mas crí­ti­cos. La cola­bo­ra­ción y la inno­va­ción en este cam­po serán fun­da­men­ta­les para man­te­ner la segu­ri­dad en un mun­do cada vez más digi­ta­li­za­do.

En defi­ni­ti­va hoy el mun­do va a ser un poco más vigi­la­do…

Netflix salvará a la humanidad

Net­flix, HBO, Sky, Dis­ney+, Ama­zon, Raku­ten, Fil­min, Apple TV+, Gui­de­doc… la que pre­fi­ráis, estas van a ser las com­pa­ñías que seran capa­ces de sal­var a la huma­ni­dad de su pro­pia auto­des­truc­ción.

La destrucción de la humanidad empezó un martes

La his­to­ria de la auto­des­truc­cíón de la huma­ni­dad comen­zó el 1 de julio de 1941.

Ese día comen­zó como un día nor­mal, la gen­te se levan­tó, desa­yuno, fue a sus tra­ba­jos, la II Gue­rra Mun­díal avan­za­ba en Euro­pa y aún no había comen­za­do la par­te más cruen­ta de la con­tien­da, inclu­so pare­cía que podía haber una solu­ción más o menos rápi­da al con­flic­to pese al avan­ce del Ter­cer Reich en el fren­te sovie­ti­co.

En Esta­dos Uni­dos se juga­ba el par­ti­do de base­ball entre los Brooklyn Dod­gers y los Phi­la­dephia Phi­llies un encuen­tro que duro algo más de 3 horas al que asis­tie­ron en el cam­po unos 3300 espec­ta­do­res y que aquel mar­tes incli­nó la vic­to­ria del lado de los de Phi­la­delphia por 6 a 4.

Apa­ren­te­men­te todo nor­mal…

Pues no, aquí comen­zó la deba­cle mayor de toda la his­to­ria de la huma­ni­dad.

Ese mar­tes en ese encuen­tro ocu­rrió el prin­ci­pio de fin.

La cade­na de tele­vi­sión WNBT emi­tió a las 13.29 el pri­mer anun­cio de tele­vi­sión.

Fue un anun­cio de ape­nas 10 segun­dos por el que la mar­ca de relo­jes Bulo­va pago 9 dóla­res.

Y ahí comenzó el principio del fin

De pron­to los publi­cis­tas a com­pren­die­ron la impor­tan­cia de la tele­vi­sión como medio publi­ci­ta­rio.

Cier­to es que la publi­ci­dad lle­va­ba mucho tiem­po fun­cio­nan­do en otro tipo de medios, des­de perió­di­cos a salas de cine, des­de vallas publi­ci­ta­rias a cuñas de radio, pero la tele­vi­sión… eso era otra cosa.

Para empe­zar era un medio visual como los anun­cios de los perió­di­cos o revis­tas.

En la radio la gen­te tenía que ima­gi­nar­se lo que el anun­cian­te pro­mo­cio­na­ba.

En las revis­tas no había movi­mien­to y resul­ta­ba difí­cil por ejem­plo hacer ver lo poten­te que era un coche.

En los cines se lle­ga­ba al públi­co que iba a ver la pelí­cu­la y muchas veces no era un publi­co muy obje­ti­vo.

Pero la tele­vi­sión lo cam­bio todo.

Ahí se podía hacer todo jun­to, mos­trar el pro­duc­to en todo su esplen­dor. y lle­gar al publi­co obje­ti­vo desea­do (ya habla­re­mos otro día si eso de la publi­ci­dad en inter­net).

Y sobre todo y más impor­tan­te, lle­ga­ban a sus casas, mien­tras esta­ban des­can­san­do y vien­do sus pro­gra­mas favo­ri­tos… en el momen­to en el que las per­so­nas tie­nes las defen­sas com­ple­ta­men­te bajas.

Y todo se volvió en nuestra contra

Des­de ese momen­to, todo empe­zó a ir a peor.

Y no solo por­que la II Gue­rra Mun­dial se con­vir­tie­se en la peor con­tien­da cono­ci­da has­ta ese momen­to, sino por­que, a pesar de que la gue­rra ter­mi­nó en 1945 lo peor esta­ba por lle­gar.

La huma­ni­dad no esta­ba pre­pa­ra­da, ni lo está hoy en día, para el bom­bar­deo de publi­ci­dad al que nos some­te la tele­vi­sión, en todo momen­to.

La socie­dad se vol­vió con­su­mis­ta y no como temían los Esta­dos Uni­dos que el mun­do se vol­vie­se comu­nis­ta.

Es posi­ble que lo segun­do hubie­se sido algo mejor.

Al inva­dir nues­tros hoga­res con millo­nes de anun­cios empe­za­mos que que­rer cosas que en muchos casos no nece­si­tá­ba­mos.

Coches, relo­jes, tele­vi­so­res, apa­ra­tos elec­tró­ni­cos, mar­cas de taba­co, ropa de todo tipo cada tem­po­ra­da, colo­nias de todos los olo­res posi­bles, y sobre todo veía­mos un esti­lo de vida que solo exis­tía en los anun­cios.

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Pero eso no fue lo peor

Los fabri­can­tes de todo el mun­do vie­ron en la tele­vi­sión un mer­ca­do para explo­tar a los pobres incau­tos que esta­ban miran­do la «caja ton­ta».

Y cla­ro los fabri­can­tes de comi­da no se iban a que­dar atrás.

Pron­to se die­ron cuen­ta del enor­me poten­cial que tenían en los anun­cios tele­vi­si­vos.

Coca Cola, Pep­si, McDo­nalds, Kellogs, Donuts, Piz­za Hut, Nestlé, Bim­bo, Oreo, Bur­ger King, Fos­ter Holly­wood… todos vie­ron el gigan­tes­co pas­tel que tenían a su alcan­ce.

Y eso lle­vó a que la gen­te se lan­za­se a una baca­nal de comi­da basu­ra que ha hecho que la pobla­ción de per­so­nas obe­sas en el lla­ma­do pri­mer mun­do este en unos lími­tes inima­gi­na­bles.

Ese aumen­to de la obe­si­dad ha lle­va­do como con­se­cuen­cia un aumen­to de los pro­ble­mas médi­cos de la pobla­ción.

Dia­be­tes, cirro­sis, enfer­me­da­des coro­na­rias, pro­ble­mas intes­ti­na­les, fallos rena­les, acci­den­tes cere­bra­les, pro­ble­mas repro­duc­ti­vos…

Todos ellos son con­se­cuen­cia en mayor o menor medi­da de los anun­cios de comi­da en la tele­vi­sión.

Van directos a tu cerebro

Son anun­cios total­men­te diri­gi­dos a esti­mu­lar en tu cere­bro la nece­si­dad de comer, des­de una ham­bur­gue­sa con todas sus gra­sas satu­ra­das a todo tipo de refres­cos com­ple­ta­men­te satu­ra­dos de azú­car.

Los emi­ten jus­to en los inter­me­dios de tus pro­gra­mas favo­ri­tos para que te levan­tes y vayas a bus­car­los a la neve­ra, o que lo ano­tes en tu lis­ta de la com­pra sino lo tie­nes.

Si estas vien­do una pelí­cu­la te bom­bar­dea­rán de media con al menos 10 anun­cios de comi­da o bebi­da en sus pau­sas, en una pau­sas que en muchos casos tie­nen una dura­ción de 5 a 7 minu­tos, tiem­po más que sufi­cien­te para que pue­das pre­pa­rar la comi­da o ir a por el refres­co que te anun­cian.

Están hac­kean­do tu cere­bro.

Esto por no hablar de la «cali­dad» de los pro­gra­mas de tele­vi­sión…

Nos están con­du­cien­do direc­ta­men­te a la extin­ción.

Netflix nos salvará

O cual­quier otra de las pla­ta­for­mas de strea­ming.

Des­de la lle­ga­da de las pla­ta­for­mas de strea­ming se ha pro­du­ci­do un fenó­meno intere­san­te, el des­cen­so del con­su­mo por publi­ci­dad tele­vi­sa­da.

Al año se emi­ten más de 1 billón de anun­cios tele­vi­si­vos en todo el mun­do, de los cua­les algo más de 30% son anun­cios de ali­men­ta­ción.

Si eli­mi­na­mos de la ecua­ción este bom­bar­deo con las pla­ta­for­mas como Net­flix y las demás resul­ta que toma­mos deci­sio­nes basán­do­nos en otras cosas.

Nues­tra ali­men­ta­ción se ve modi­fi­ca­da y ale­ja­da de la publi­ci­dad de la comi­da basu­ra que nos inva­de a tra­vés de la tele.

De pron­to pode­mos pen­sar por noso­tros mis­mos lo que que­re­mos comer sin dema­sia­das influen­cias exter­nas.

Aban­do­nar la comi­da basu­ra y tener unos hábi­tos ali­men­ta­rios más salu­da­bles.

A esto tam­bién con­tri­bu­yen los múl­ti­ples docu­men­ta­les sobre comi­da y ali­men­ta­ción dis­po­ni­bles en estas pla­ta­for­mas de strea­ming.

Net­flix y las demás nos pue­den hacer enten­der que hay mejo­res mane­ras de comer y esto pue­de que haga que sea­mos mejo­res como huma­ni­dad ale­ján­do­nos de las gra­sas satu­ra­das, los exce­sos de azú­car y demás pro­duc­tos que aca­ba­rán con noso­tros.

Total que aún es posi­ble que lle­gue­mos a la Enter­pri­se.

Neflix hará que lleguemos a la Enterprise

Otra cosa es el exce­so de seden­ta­ris­mo que pro­vo­ca Net­flix y sus secua­ces como con­se­cuen­cia de las mara­to­nes de «pan­ta­lla» que nos pode­mos dar… pero eso es otra his­to­ria que deja­mos para otro día.