Acabamos de disfrutar de una auténtica joya del cine clásico estadounidense que, pese a sus más de setenta años, mantiene una frescura narrativa sorprendente. «El caso 880» (Mister 880, 1950) representa mucho más que una simple película policíaca: es una reflexión profunda sobre la humanidad, la supervivencia y las paradojas del sistema de justicia estadounidense de mediados del siglo XX.
La maestría de un relato basado en hechos reales
Lo que más nos ha fascinado de esta producción dirigida por Edmund Goulding es su capacidad para transformar una historia real extraordinaria en una fábula cinematográfica conmovedora. La película se basa en el caso auténtico de Emerich Juettner, conocido por el alias Edward Mueller, un anciano austriaco que durante una década completa, entre 1938 y 1948, logró eludir al Servicio Secreto estadounidense falsificando billetes de un dólar. La genialidad del personaje real residía precisamente en la aparente simplicidad de su método: nadie examina con detenimiento un billete de tan poco valor, por muy defectuosa que sea su falsificación.
El guionista Robert Riskin, colaborador habitual de Frank Capra en obras maestras como «Sucedió una noche» y «Vive como quieras», supo extraer de un artículo periodístico de St. Clair McKelway publicado en The New Yorker la esencia dramática y humana de esta historia singular. Riskin, ganador del Oscar y maestro en el arte de crear fábulas estadounidenses con trasfondo social, logra aquí uno de sus trabajos más sutiles y emotivos.
Un casting perfecto al servicio de la narración
Edmund Gwenn entrega una interpretación absolutamente magistral como William «Skipper» Miller, el entrañable falsificador. Su actuación, que le valió una nominación al Oscar como mejor actor de reparto y un Globo de Oro, construye un personaje que trasciende los estereotipos del cine de género. Gwenn, quien sustituyó a Walter Huston tras su fallecimiento, logra transmitir la bondad innata y la ingenuidad de un hombre que falsifica dinero no por codicia, sino por pura necesidad de supervivencia.
Burt Lancaster, en uno de sus papeles menos característicos pero igualmente efectivo, interpreta al agente Steve Buchanan con una mezcla perfecta de determinación profesional y creciente comprensión humana. Su evolución como personaje refleja la propia transformación del espectador, que pasa de ver al falsificador como un criminal a comprenderlo como un ser humano en circunstancias desesperadas. Dorothy McGuire completa el triángulo protagonista con su habitual elegancia, aportando el elemento romántico sin que este eclipse la verdadera historia.
Una dirección que combina géneros con maestría
Edmund Goulding demuestra una vez más su versatilidad como realizador, combinando elementos del thriller policíaco, la comedia romántica y el drama social con una habilidad extraordinaria. El director británico, artífice de obras tan diversas como «Grand Hotel» y «Nightmare Alley», encuentra en esta historia el equilibrio perfecto entre entretenimiento y reflexión. Su capacidad para extraer lo mejor de sus intérpretes se evidencia en cada secuencia, especialmente en aquellas donde Gwenn tiene protagonismo, caracterizadas por una emotividad que roza la perfección.
La fotografía de Joseph LaShelle, siempre excelente, consigue crear una atmósfera que oscila entre el realismo policíaco característico de la 20th Century Fox y la calidez doméstica de los espacios íntimos del protagonista. Esa dualidad visual refuerza el contraste temático entre el mundo oficial de la investigación y la realidad cotidiana del falsificador.
Lo que más nos ha impresionado es cómo Goulding evita los clichés del género policíaco tradicional. En lugar de presentarnos una persecución trepidante entre el bien y el mal, nos ofrece una meditación sobre la naturaleza de la justicia y la supervivencia humana. La película funciona como una fábula capriana, recordando las mejores obras de Frank Capra en su capacidad para encontrar lo extraordinario en lo cotidiano y lo heroico en lo aparentemente insignificante.
Referencias
Decine21. (s.f.). El caso 880 – Película – 1950 – Crítica | Reparto. Curiosa película sobre un singular falsificador de billetes de un dólar, le proporcionó a Edmund Gwenn una merecidísima nominación al Oscar como actor de reparto. [https://decine21.com/peliculas/el-caso-880–10638]
FilmAffinity. (2024). El caso 880 (1950). Comedia dramática estadounidense dirigida por Edmund Goulding, basada en hechos reales sobre un falsificador que eludió al Servicio Secreto durante una década. [https://www.filmaffinity.com/es/film898041.html]
IMDb. (2025). El caso 880. Drama romántico americano de 1950 protagonizado por Burt Lancaster, Dorothy McGuire y Edmund Gwenn, nominado a 1 premio Oscar. [https://www.imdb.com/es/title/tt0042742/]
McKelway, S.C. (1950). True Tales from the Annals of Crime & Rascality. Colección de artículos periodísticos para The New Yorker que incluye la historia real que inspiró la película Mister 880. [https://en.wikipedia.org/wiki/St._Clair_McKelway]
Wikipedia. (2005). Mister 880. Artículo enciclopédico sobre la película de 1950 basada en la historia real de Emerich Juettner, falsificador que eludió a las autoridades durante diez años. [https://en.wikipedia.org/wiki/Mister_880]
En agosto de 2022, Rubén Sánchez y Sierra Jacobs tomaron una decisión que cambiaría sus vidas para siempre: abandonaron la comodidad de un hogar tradicional para embarcarse en una aventura sin fecha de retorno. Con su furgoneta camper Mercedes Sprinter 4×4 convertida en hogar y su fiel compañero canino Casimiro, esta pareja de aventureros salió desde el pequeño pueblo leonés de Prioro para recorrer el mundo, documentando los paisajes más espectaculares del planeta a través de su proyecto Wild Earth Expedition. A día de hoy, más de 60.000 kilómetros después, su viaje continúa y su experiencia nos demuestra que hay otras formas de vivir, más conectadas con la naturaleza y alejadas del consumismo imperante en nuestra sociedad.
Lo que comenzó como un sueño compartido por dos amantes de la naturaleza y los viajes, se ha convertido en un estilo de vida que ya lleva casi tres años en marcha. Rubén, fotógrafo y videógrafo especializado en paisajes y viajes, y Sierra, videógrafa, traductora e intérprete, encontraron en su pasión común el motor perfecto para dar un giro a sus vidas. «Cuando vives esta vida “pirata” te atrapa», confesaba Rubén en una entrevista, destacando una de las primeras revelaciones que descubrieron en su camino: «Lo primero de lo que te das cuenta es que necesitas muy poco para vivir, nos resulta más barata este tipo de vida, gastamos menos al mes que en un piso en España». Su aventura nos enseña que el verdadero lujo no está en lo material, sino en la libertad de poder contemplar los amaneceres más espectaculares desde la ventana de tu hogar rodante.
@ Rubén Sánchez
Un hogar de 6 metros cuadrados sobre ruedas
¿Te imaginas compartir menos de seis metros cuadrados con tu pareja y un perro durante años? Esta es la realidad cotidiana de Rubén y Sierra, quienes han convertido una furgoneta Mercedes Sprinter 4×4 en su hogar itinerante. Un espacio equivalente al tamaño de una plaza de aparcamiento que, lejos de ser una limitación, ha sido el catalizador de una profunda transformación en su forma de entender las relaciones y la convivencia. En noviembre de 2024, ambos compartieron su experiencia en una charla TEDx titulada «El amor en 6 metros cuadrados», donde revelaron los secretos para mantener una relación sana en un espacio tan reducido.
La adaptación a este estilo de vida no fue inmediata. Pasar de un hogar tradicional a un espacio donde cada centímetro cuenta requiere un proceso de desapego material y una reorganización completa de prioridades. Los armarios limitados obligan a conservar solo lo imprescindible, convirtiendo el minimalismo no en una elección estética, sino en una necesidad práctica. El baño se reduce a lo esencial, la cocina debe ser funcional pero compacta, y la cama se transforma en sofá durante el día para optimizar el espacio habitable. Este ejercicio constante de adaptación y flexibilidad trasciende lo físico para influir también en lo emocional y relacional.
La convivencia en un espacio tan reducido actúa como una especie de lupa que magnifica tanto lo mejor como lo peor de cada uno. No hay espacio para esconderse tras las discusiones, no existe la posibilidad de retirarse a otra habitación para enfriarse tras un desacuerdo. Esto ha obligado a la pareja a desarrollar herramientas de comunicación mucho más eficientes y a resolver los conflictos de manera inmediata y constructiva. En seis metros cuadrados, o aprendes a perdonar rápido o la convivencia se vuelve insoportable. Esta limitación espacial ha fortalecido paradójicamente su vínculo emocional, como puede apreciarse en sus documentales sobre la vida en furgoneta.
El día a día en la furgoneta tiene sus propios ritmos. Las mañanas suelen comenzar temprano, especialmente cuando el objetivo es capturar la luz dorada del amanecer en algún paisaje remoto. La búsqueda de lugares para pernoctar, la gestión del agua potable, la recarga de baterías para sus equipos electrónicos y la organización de las rutas forman parte de una nueva rutina que nada tiene que ver con la vida sedentaria. Casimiro, el perro que rescataron de una protectora y que ahora viaja con ellos, ha añadido un elemento adicional a la ecuación, pero también ha sido un compañero leal que proporciona seguridad y afecto en los momentos más solitarios de la travesía.
El presupuesto mensual se ha simplificado considerablemente. Según han compartido en sus videos, sus gastos principales se reducen a combustible y alimentación. «Solo gastas, si quieres, en comida y combustible. Con unos ingresos mínimos y si puedes trabajar online, puedes viajar indefinidamente», comentaba Rubén en una entrevista6. La ausencia de hipotecas, alquileres o facturas domésticas tradicionales libera una parte importante de los recursos que antes destinaban a mantener un estilo de vida estático. Esto no significa que no existan gastos importantes: el mantenimiento de la furgoneta en perfecto estado es crucial cuando tu casa y tu medio de transporte son el mismo vehículo, y las reparaciones en países lejanos pueden ser un quebradero de cabeza tanto logístico como económico.
@ Rubén Sánchez
Wild Earth Expedition, la aventura de fotografiar el mundo
Wild Earth Expedition no es solo un viaje; es un proyecto vital y profesional con objetivos ambiciosos. A través de su canal de YouTube «Ruben Earth» y sus redes sociales, documentan no solo los paisajes más espectaculares del planeta, sino también las vivencias, desafíos y aprendizajes que surgen cuando se abraza por completo una vida nómada. Sus episodios semanales en formato documental combinan impresionantes tomas paisajísticas con reflexiones personales sobre la libertad, la sostenibilidad y la conexión con la naturaleza.
Desde que iniciaron su travesía, han completado varias etapas que les han llevado por territorios diversos: Islas Canarias (2022−2023), el Ártico Noruego y Escandinavia (2023), Georgia (2023) y una ambiciosa ruta por Asia Central que incluyó Rusia, Kazajistán, Kirguistán y Uzbekistán durante 2024. Cada uno de estos destinos les ha enfrentado a condiciones extremas, desde temperaturas árticas hasta desiertos inhóspitos, poniendo a prueba tanto su resistencia física como la de su furgoneta adaptada.
El Ártico Noruego les regaló uno de esos momentos mágicos que compensan cualquier dificultad: la primera visión de una aurora boreal en pleno mes de agosto, un fenómeno tan inesperado como sobrecogedor que captaron en sus cámaras. En Rusia, intentaron alcanzar el monte Elbrus, la montaña más alta de Europa, pero diversos contratiempos, incluido un intento de soborno policial y condiciones meteorológicas adversas, modificaron sus planes. Estas situaciones imprevistas son parte inherente de la vida en la carretera, y la capacidad de adaptación se convierte en una habilidad esencial para quien decide abrazar este estilo de vida.
La fotografía y la videografía son mucho más que herramientas de trabajo para ambos; son su forma de interpretar y compartir el mundo. Rubén, con más de 15 años de experiencia fotografiando y filmando paisajes para diferentes medios de comunicación internacionales, ha desarrollado un estilo propio que busca capturar no solo la belleza superficial de los lugares, sino su esencia y la emoción que transmiten. Durante los dos años de la pandemia, cuando se encontraban confinados en el pueblo leonés de los abuelos de Rubén, llevó a cabo el proyecto «La luz de las montañas», explorando los paisajes de la montaña oriental de León y centrándose especialmente en los amaneceres y atardeceres invernales, buscando las luces más espectaculares que ofrece ese entorno montañoso. Este trabajo culminó en una exposición que recorrió varios pueblos de la montaña leonesa durante el verano de 2022, justo antes de iniciar su gran aventura.
Sierra aporta al proyecto no solo su talento como videógrafa, sino también sus habilidades como traductora e intérprete, fundamentales para navegar por territorios donde la comunicación puede convertirse en un desafío. Su enfoque complementario permite que Wild Earth Expedition pueda llegar a una audiencia internacional, con contenido disponible tanto en español como en inglés. El canal en inglés «@sierraintothewild» amplía el alcance de su trabajo más allá del público hispanohablante, conectando con amantes de la naturaleza y los viajes de todo el mundo.
La convivencia con las diferentes culturas y el respeto por los entornos naturales son valores fundamentales en su proyecto. En sus documentales, no solo muestran la belleza de los paisajes, sino que contextualizan las problemáticas ambientales y sociales de las regiones que visitan, promoviendo un turismo consciente y responsable. Su propio estilo de vida, reduciendo al mínimo su huella ecológica y priorizando la conexión con la naturaleza sobre el consumo, es en sí mismo un mensaje poderoso en tiempos de crisis climática y sobreexplotación de recursos.
@ Rubén Sánchez
El futuro en el horizonte, próximos destinos y proyectos
Con América del Sur en el horizonte para 2025, Rubén y Sierra se preparan para explorar los paisajes de Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Esta etapa representa un salto cualitativo en su proyecto, no solo por la distancia geográfica y cultural respecto a sus exploraciones previas, sino por los desafíos logísticos que implica transportar su hogar rodante a otro continente. Los Andes, el Altiplano boliviano, la Patagonia o el desierto de Atacama prometen ser escenarios espectaculares para sus objetivos fotográficos, pero también pondrán a prueba su adaptabilidad ante condiciones extremas y terrenos difíciles.
El proyecto Wild Earth Expedition continúa evolucionando no solo en términos geográficos sino también conceptuales. Lo que comenzó como un viaje de exploración fotográfica se ha transformado en una plataforma de reflexión sobre estilos de vida alternativos, sostenibilidad y la búsqueda de un equilibrio más armónico con nuestro entorno. A través de su Patreon y otras vías de colaboración, han conseguido que su proyecto sea autosostenible económicamente, demostrando que es posible convertir una pasión en un medio de vida sin renunciar a los valores personales.
Para Rubén, este proyecto representa la culminación de años de especialización en fotografía de viajes y paisajes. Sus imágenes no solo documentan lugares de extraordinaria belleza, sino que transmiten emociones y narrativas que invitan al espectador a reflexionar sobre su propia relación con la naturaleza. La posibilidad de dedicar días, e incluso semanas, a la espera de las condiciones lumínicas ideales para una sola fotografía es un lujo que solo permite este estilo de vida nómada, y que se refleja en la calidad de su trabajo.
En cuanto a Sierra, su papel como comunicadora y su sensibilidad para captar las interacciones humanas aportan una dimensión adicional al proyecto. Sus habilidades lingüísticas han permitido a la pareja conectar con comunidades locales en los diferentes países que visitan, enriqueciendo enormemente su experiencia y la de su audiencia. La perspectiva femenina en un tipo de aventura tradicionalmente dominada por hombres también constituye un valor añadido que diferencia a Wild Earth Expedition de otros proyectos similares.
El impacto de su trabajo trasciende lo meramente estético o documental. A través de charlas como la TEDx sobre la convivencia en espacios reducidos, Rubén y Sierra comparten aprendizajes que pueden aplicarse a muchos ámbitos de la vida. Las lecciones sobre desapego material, comunicación efectiva, resolución de conflictos y adaptabilidad son universales, y resultan especialmente valiosas en un mundo que enfrenta desafíos sin precedentes que exigirán transformaciones profundas en nuestra forma de vivir y relacionarnos.
A medida que el número de seguidores de Wild Earth Expedition crece, también lo hace la responsabilidad de mantener la autenticidad del proyecto. El equilibrio entre compartir su experiencia y preservar la intimidad en un espacio ya de por sí reducido representa un desafío cotidiano. La monetización del contenido sin comprometer los valores que dieron origen al proyecto es otro de los aspectos que requieren una atención constante. Sin embargo, la libertad de decidir sus propios ritmos y prioridades compensa con creces estas dificultades.
La sustentabilidad a largo plazo de este estilo de vida es una pregunta que sobrevuela constantemente el proyecto. ¿Cuánto tiempo es posible mantener una existencia nómada sin echar de menos la estabilidad de un hogar fijo? ¿Cómo evolucionarán sus necesidades personales y profesionales con el paso de los años? Por ahora, la respuesta parece clara para ambos: «No tenemos billete de vuelta». La vida en la carretera les ha atrapado, y mientras sigan encontrando en ella más recompensas que sacrificios, su hogar seguirá siendo esa furgoneta de menos de seis metros cuadrados que les permite despertar cada día ante un nuevo horizonte.
El legado de Rubén Sánchez y Sierra Jacobs no está solo en las impresionantes fotografías que capturan o los documentales que producen, sino en demostrar con su ejemplo que existen alternativas viables a los estilos de vida convencionales. En un mundo donde el éxito suele medirse por la acumulación de posesiones materiales y el ascenso en escalafones profesionales predeterminados, ellos proponen una métrica diferente: la riqueza de experiencias, la conexión con la naturaleza y la libertad de definir el propio camino. Su aventura continúa, y con ella, la inspiración para quienes sueñan con romper moldes y explorar nuevos horizontes, tanto geográficos como vitales.
Referencias
Fernández, F. (2024). «Esta vida “pirata” te atrapa, no tenemos billete de vuelta». La Nueva Crónica. Una entrevista reveladora que profundiza en los aspectos económicos y prácticos de la vida nómada, destacando cómo este estilo de vida puede resultar más económico que el convencional.
Sánchez, R. (2023). ASÍ ES CONVIVIR EN PAREJA EN 6 METROS CUADRADOS. Vuelta al Mundo. Ruben Earth. Episodio documental que explora los desafíos y recompensas de la vida en espacios reducidos, con especial atención a la dinámica de pareja.
Sánchez, R. (2024). Rusia NO nos lo PONE FACIL. Intentamos llegar al monte más alto de Europa. Ruben Earth. Documental que muestra las dificultades imprevistas durante su viaje por Rusia, ilustrando cómo la adaptabilidad es esencial en este estilo de vida.
Sánchez, R. (2025). La luz de las montañas – Ruben Earth. Descripción del proyecto fotográfico realizado durante la pandemia en la montaña leonesa, que culminó en una exposición itinerante y muestra las raíces creativas del actual proyecto Wild Earth Expedition.
Sánchez, R., & Jacobs, S. (2024). El amor en 6 metros cuadrados. TEDx Talks. Una charla reveladora donde la pareja comparte sus estrategias para mantener una relación saludable en un espacio extremadamente reducido, ofreciendo lecciones aplicables a cualquier convivencia.
Wild Earth Expedition. (2025). WILD EARTH EXPEDITION – Ruben Earth. Una explicación detallada del proyecto, sus etapas y los viajeros que lo componen, ofreciendo una visión general de la filosofía detrás de esta aventura sin fecha de retorno.
El 28 de abril de 2025, España, Portugal y parte de Europa vivieron un apagón eléctrico general que dejó a millones de personas sin luz, sin internet y, lo más inquietante, sin la posibilidad de comunicarse con sus seres queridos. En un mundo hiperconectado, donde la dependencia del móvil y la red es absoluta, la experiencia fue un recordatorio brutal de nuestra fragilidad tecnológica. ¿Qué pasaría si mañana se repite? ¿Cómo podríamos mantenernos comunicados si el móvil y el WhatsApp dejan de funcionar? Vamos a explorar alternativas reales, desde apps que funcionan sin internet hasta la vieja radio, pasando por la tecnología mesh y las soluciones más analógicas. Prepárate para un viaje por la comunicación en tiempos de apagón, sin dramas, pero con los pies en la tierra.
Cuando el móvil se apaga, el gran vacío comunicativo
El apagón de abril de 2025 dejó claro que la infraestructura de telecomunicaciones es tan vulnerable como la eléctrica. Aunque durante los primeros minutos algunos pudieron enviar WhatsApps o hacer llamadas gracias a las baterías de respaldo de las antenas, la realidad se impuso rápido: una vez agotada la energía de emergencia, la red cayó como un castillo de naipes. Para que un mensaje llegue por WhatsApp, no basta con que tu móvil funcione; toda la cadena de nodos, antenas, servidores y cables debe estar operativa. Si una sola pieza falla, adiós a la comunicación digital.
En esas horas de desconcierto, muchos redescubrieron la importancia de la radio FM y de los teléfonos con chip de radio, que, conectados a unos sencillos auriculares, permitían al menos enterarse de lo que ocurría. Pero ¿y para hablar con la familia, los amigos, los vecinos? La sensación de aislamiento fue tan intensa como inesperada. El móvil, ese apéndice inseparable, se volvió un pisapapeles de lujo.
Las autoridades, desbordadas, recomendaron intentar las llamadas de emergencia (112) desde móviles de diferentes operadoras, buscando aprovechar cualquier resquicio de red disponible. Incluso se habilitaron líneas fijas alternativas y, en última instancia, se animó a la población a acudir físicamente a los centros de seguridad más cercanos si la comunicación era imposible. Un salto atrás en el tiempo, pero eficaz en situaciones extremas.
La clave que nos dejó el apagón: no podemos depender solo del móvil ni de internet. Si queremos estar preparados para el próximo corte, toca explorar alternativas, desde las más tecnológicas hasta las más analógicas.
Alternativas para comunicarse sin electricidad ni internet: del mesh al papel
La buena noticia es que existen opciones para mantener cierto nivel de comunicación incluso cuando la red cae. La mala: requieren preparación previa, algo de ingenio y, sobre todo, cambiar el chip mental de la inmediatez digital. Olvídate de los memes y los vídeos de gatos; aquí hablamos de mensajes básicos, cortos y, muchas veces, cara a cara.
Las apps que funcionan sin internet ni cobertura
En pleno siglo XXI, la tecnología mesh (red de malla) ha abierto una puerta interesante: permite que los móviles se conecten directamente entre sí usando Bluetooth o WiFi, formando una red local que no depende de antenas ni servidores. ¿Magia? No, física básica y software listo para la emergencia.
Entre las apps más destacadas está Briar, disponible en Android, que permite enviar mensajes cifrados a otros usuarios cercanos usando Bluetooth o WiFi directo. No necesitas cobertura, pero sí estar a pocos metros del destinatario. Ideal para comunicarse en un edificio, una comunidad o un campamento improvisado. La privacidad es máxima, ya que los mensajes no pasan por servidores y se almacenan solo en el dispositivo. Eso sí, olvídate de hablar con tu primo en la otra punta de la ciudad: el alcance es limitado. Briar es perfecta para grupos reducidos y situaciones de aislamiento extremo.
Otra opción es Bridgefy, que también utiliza Bluetooth para crear una red de malla entre usuarios. Su ventaja es que los mensajes pueden saltar de móvil en móvil, ampliando el alcance siempre que haya suficientes personas con la app instalada en la zona. Es como un teléfono roto digital, pero que funciona. La instalación es sencilla y sirve tanto para Android como para iOS, aunque la seguridad no es tan robusta como la de Briar. En un apagón, lo importante es que el mensaje llegue, aunque sea dando un rodeo.
Para los más techies, Meshtastic combina apps móviles con dispositivos de radiofrecuencia LoRa, permitiendo enviar mensajes a varios kilómetros de distancia sin depender de la red eléctrica ni de internet. Eso sí, requiere comprar hardware específico y tener ciertos conocimientos técnicos. La ventaja es su alcance y personalización; la desventaja, que no es una solución plug and play para la mayoría.
El viejo walkie-talkie nunca muere
Si hay un clásico de las emergencias, ese es el walkie-talkie. Los modelos modernos, con alcance de varios kilómetros y autonomía para días, pueden ser la salvación en un apagón prolongado. No requieren red, solo pilas o baterías cargadas. Su uso es sencillo, y permiten coordinar grupos, avisar de emergencias o simplemente mantener el contacto entre vecinos. En comunidades rurales o urbanizaciones, organizar una red de walkies puede marcar la diferencia.
La radio FM y el boca a boca, lo analógico resiste
Cuando todo lo digital falla, la radio FM sigue siendo la reina de la información. Muchos móviles incluyen chip de radio, aunque a veces está desactivado por el fabricante. Una radio portátil a pilas es un básico en cualquier kit de emergencia. Permite recibir información oficial, avisos y, en algunos casos, mensajes de la comunidad. Es comunicación unidireccional, pero en una crisis, saber qué ocurre es tan importante como poder hablar.
El boca a boca, el tablón de anuncios en el portal o la nota manuscrita en el parabrisas del coche recuperan protagonismo. Puede sonar arcaico, pero en ausencia de tecnología, la comunicación directa es la más fiable. Organizar puntos de encuentro, turnos de información o grupos de vigilancia vecinal puede ser vital.
¿Y los móviles por satélite?
Aunque en 2025 los móviles por satélite no son de uso común, existen y podrían ser una solución en escenarios extremos2. Estos dispositivos se conectan directamente con satélites de órbita baja, independientes de la red eléctrica terrestre. Suelen usarse en ámbitos militares, expediciones o zonas remotas, pero su precio y disponibilidad los alejan del gran público. Aun así, en el futuro podrían convertirse en una alternativa real para emergencias masivas, sobre todo si los proyectos de redes satelitales europeas avanzan.
Preparar el kit de comunicación de emergencia
La experiencia del apagón ha hecho que muchos reconsideren su preparación. Un kit básico debería incluir:
Una radio FM portátil con pilas de repuesto
Walkie-talkies con baterías cargadas
Un móvil antiguo con chip de radio activado
Apps como Briar o Bridgefy instaladas y configuradas
Una lista de contactos y direcciones en papel
Linternas, pilas y cargadores solares
No se trata de vivir en modo prepper, sino de asumir que la tecnología puede fallar y que un poco de previsión puede ahorrarnos sustos y angustias.
El papel de las autoridades y la comunidad
Durante el apagón, las autoridades reforzaron los servicios policiales y de emergencia, habilitando líneas alternativas y recomendando acudir a centros de seguridad en caso de incomunicación. La colaboración ciudadana y la calma fueron clave para evitar el caos. En situaciones así, seguir los canales oficiales de información, mantener la calma y colaborar con los vecinos es tan importante como tener el último gadget.
La prevención pasa también por exigir a las operadoras y a las administraciones que mejoren la autonomía de las infraestructuras críticas, con baterías de respaldo más potentes o generación solar en las antenas. No es solo una cuestión técnica, sino de resiliencia social.
¿Estamos preparados para el próximo apagón?
La pregunta que queda flotando tras el apagón de 2025 es incómoda: ¿estamos listos para vivir sin móvil ni internet durante horas o días? La respuesta, para la mayoría, es un rotundo no. Pero la buena noticia es que la preparación no es complicada ni cara. Basta con recuperar algunas costumbres olvidadas, instalar un par de apps y, sobre todo, hablar con los vecinos.
La tecnología mesh, los walkies y la radio son aliados inesperados en un mundo digital. No sustituirán al WhatsApp ni al TikTok, pero pueden marcar la diferencia entre el aislamiento y la conexión en una emergencia. La clave está en no dejarlo para mañana: instala las apps, compra la radio, habla con tu comunidad.
El apagón fue un aviso, no una condena. Si aprendemos la lección, la próxima vez estaremos menos perdidos y más conectados, aunque sea a la vieja usanza. Porque, al final, comunicar es mucho más que enviar un emoji: es estar ahí, aunque sea en la oscuridad.
Referencias
Xataka Android. (2025). El apagón dejó claro que no podemos depender de WhatsApp. Estas apps de mensajería funcionan incluso sin internet. Explica alternativas como Briar, Bridgefy y Meshtastic para comunicarse sin red.
Maldita Tecnología. (2025). Por qué las telecomunicaciones fallaron con el apagón eléctrico y cómo podríamos mejorar la resiliencia. Analiza la vulnerabilidad de la infraestructura y la opción de móviles por satélite.
El Faro de Ceuta. (2025). Cómo actuar en caso de un nuevo apagón eléctrico masivo. Detalla las medidas tomadas por las autoridades y las recomendaciones para la población.
Hipertextual. (2025). Briar: así es la app para enviar mensajes sin internet ni cobertura. Profundiza en el funcionamiento y limitaciones de Briar, una app clave en situaciones de emergencia.
Genbeta. (2025). España se ha quedado sin luz con un enorme apagón. Describe el impacto inicial y la recuperación progresiva de las telecomunicaciones tras el apagón.
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