Como ya he dicho me gusta buscar formas de que las máquinas que ahorren trabajos repetitivos.
Lo último que he intentado es una tarea mediante automator que me sirva para adaptar imágenes para el blog.
Cuando subo alguna imagen si están hechas con la cámara o con el dron suelen ser demasiado grandes y eso hace que «pesen» demasiado en una web.
Esto además de ser perjudicial para el servidor energéticamente es poco eficiente en todos los sentidos, más datos para procesar del lado del servidor, más datos transferidos por la red y más datos a decodificar en local.
Total que me hice un servicio en Automator para convertir las imágenes a una resolución suficiente para poder verlas a casi cualquier tamaño que necesite dentro de la web.
Este primer paso fue sencillo.
Simplemente se coge la acción «Ajustar el tamaño de las imágenes» se le dice el tamaño final que han de tener y listo.
Pero entonces me di cuenta de un pequeño detalle…
Las fotografías de la cámara o del dron tienen una resolución innecesaria para publicarlas en la web.
Todo lo que esté por encima de 72 dpi vuelve a ser inneficaz.
Así que volví a darle una vuelta.
El problema es que no hay una acción en las opciones de automator para poder hacer esta tarea.
El Terminal es amigo de Automator
Como integrar en Automator una acción que no está dentro de las acciones.
Pues con el Terminal…
Después de buscar información al respecto me he encontrado con el comando SIPS.
Y tras algo más de lectura del manual he construido esta secuencia.
sips -s dpiHeight 72 -s dpiWidth 72 "$1"
Con esta llamada lo que hace SIPS es cambiar la resolución vertical y horizontal a 72 dpi del fichero seleccionado.
Y allá que la incluí en una acción para el terminal.
Pero… siempre hay un pero cuando intentas explotar a las máquinas…
Resulta que hay un bug, SIPS no es capaz de cambiar la resolución de las imágenes cuando trata ficheros JPEG.
Funciona estupendamente con todo tipo de archivos, TIFF, PNG, JPEG2000, incluso con PDF, pero con JPEG no…
Casi tiro la toalla cuando pensé que si la máquina es la que iba a hacer el trabajo pues que trabajase un poco más.
Total que construí una nueva secuencia.
Al final lo que he hecho es que coja el JPEG que quiero procesar, lo convierta en PNG, tras esto SIPS le cambia la resolución, le ajusto el tamaño a la medida que quiero y lo guardo como JPEG.
Lo he creado como servicio y lo tengo disponible en el menú contextual del Finder así que funciona estupendamente.
Kraftwerk son considerados los pioneros de la música electrónica, sus ritmos repetitivos y la inclusión de múltiples sintetizadores y vocoders en sus composiciones hicieron que estas nuevas formas de entender la música entrasen en las listas de éxitos.
Pero los orígenes de la música electrónica comenzaron unos años antes… unos cuantos años antes…
Lá música electrónica en el siglo XIX
Si, no estamos equivocados, los sonidos electrónicos ya comenzaron en el siglo XIX, años antes de que ni siquiera los integrantes de Kraftwerk hubiesen nacido.
En 1898 se construyó el que se puede considerar el primer instrumento electrónico.
Realmente era un dispositivo electromecánico creado por Thaddeus Cahill que mediante ruedas tonales electromagnéticas producía sonidos similares a los del órgano.
Este instrumento pesaba unas 200 toneladas y media 18 metros de largo.
El nombre de este gigantesco instrumento era Telharmonium o Dynamophone.
Los inicios del siglo XX
En 1919 se creo el que se considera el primer instrumento electrónico de manera oficial.
Su creador se llamaba Leon Theremin y su instrumento llevaba su nombre.
El Theremin se utilizó en múltiples conciertos y recitales a lo largo de todo el mundo siendo un instrumento que ha llegado a nuestros días utilizándose en muchos temas actuales.
La construcción del Theremin estaba formada por dos antenas metálicas que detectan la posición de las manos del interprete que hace sonar el instrumento sin tocarlo.
Al mover las manos alejándose o acercándose de las antenas se actúa sobre un oscilador y un modificador de volumen que son los que hacen sonar el Theremin.
Otro instrumento que fue más conocido en su época pero que no se ha seguido utilizando de forma tan conocida como el Theremin fue el Martenot, creado por Maurice Martenot.
El Martenot al contrario que el Theremin si requiere contacto por parte del interprete, al menos en parte ya que está formado por un teclado y un generador de baja frecuencia.
El interprete se coloca un anillo en el dedo índice de la mano derecha, la posición de la mano sobre el generador de baja frecuencia varia la altura que tendrá la nota que será variada mediante el teclado que usará con la mano izquierda.
Llegan los sintetizadores
Después de varias evoluciones en los métodos de grabación con consiguieron mejorar los sistemas de reproducción tales como el sistema AC Bias o la grabación en estéreo por parte de AEG en 1942 aparecieron los primeros sintetizadores electrónicos.
Precursores de estos sintetizadores fueron los Órganos Hammond que eran dispositivos electromagnéticos con un sonido muy característico.
El primer sintetizador fue el Clavivox, creado por Raymond Scott y Robert Moog (si el del sintetizador Moog).
Después llego el Buchla diseñado por el ingeniero de sonido Don Buchla, si bien el primer modelo no tenía un teclado como el de un piano si permitía la generación de bucles sonidos mediante una programación primitiva mediante conmutadores.
Pero el sintetizador que revolucionó la música electrónica fue sin duda el Moog.
Creado por Robert Moog en 1964, el sintetizador modular Moog fue un cambio en los instrumentos musicales electrónicos.
Etapa pre-Kraftwerk
En 1968 Ralf Hütter y Florian Schneider se conocieron en Düsseldorf en un seminario de improvisación musical y crearon un grupo llamado Organization.
Con Organization dieron varios conciertos en clubes, salas de arte y universidades mostrando su música electrónica.
A ellos se unieron Basil Hammoudi, Bucht Hauf Alfred Mönicks y Konrad Plank.
Solo grabaron un disco titulado Tone Float con RCA Victor en 1970.
Este disco solo se podía conseguir en Alemania importándolo desde Reino Unido pro lo que las ventas fueron escasas y RCA abandonó al grupo.
Tras este fracaso tan solo Ralf Hütter y Florian Schneider continuaron con sus proyectos musicales pasando a crear Kraftwerk.
Nace Kraftwerk
En 1970 Ralf y Florian se establecen en su propio estudio de grabación llamado Kling Klang Studio en Düsseldorf y ese mismo año graban su primer disco llamado Kraftwerk 1, la portada de este disco solo tenía su nombre y un cono de tráfico. Este cono de tráfico paso a ser su marca como grupo y aún permanece.
Sus primeros conciertos se limitaron a Alemania pero en 1973 ampliaron su gira y dieron conciertos en París, el espectáculo audiovisual incluida luces de neón y proyecciones de diapositivas.
Tras su segundo disco llamado Kraftwerk 2, en 1973 publican su tercer álbum titulado Ralf&Florian, este álbum ya contenía sonidos creados con sintetizadores y vocoder y un libreto con dibujos de Emil Schult y los propios Ralf y Florian.
El siguiente año publicaron el álbum que los acercó al publico fuera de los circuitos en los que hasta ese momento tocaban.
El álbum Autobahn, este álbum tenía un tema de 22 minutos y Hütter y Schneider tocaron todos los instrumentos y cantaron temas co-escritos con Emil Schult que también diseño la cubierta del disco.
Con su siguiente disco, Radio-Activity, consiguieron un disco de oro en Francia, pero no obtuvo éxito de Autobahn a pesar de ello.
Tras el no tan buen resultado de Radio-Activity, Kraftwerk comenzó a pensar en su siguiente trabajo, para ello construyeron un secuenciador de 16 pistas para poder controlar el Mini Moog.
Este álbum se llamó Trans Europe Express.
The Man-Machine fue su siguiente álbum, para este nuevo disco cambiaron su método de interpretación y lo que hicieron fue hacer que los secuenciadores del estudio y resto de equipos repitiesen melodías mientras ellos realizaban diversas mezclas, así a base de repetir improvisaciones consiguieron crear los temas del disco.
Kraftwerk se vuelve digital
Cuando en España lo que triunfaba era la Movida, Kraftwerk trabajaba en su nuevo trabajo.
En 1981 lanzó Computer World, el disco se compuso, grabó y mezcló en el Kling Klang Studio utilizando grabación secuencial analógica multicanal y sincronizando la grabación sobre cinta en un proceso creado en el propio estudio.
Algunas de las voces electrónicas que aparecen en el disco están hechas con un traductor de Texas Instruments.
En esta década Kraftwerk se embarcó en un ambicioso proyecto, hacer portátil el Kling Klang Studio desde 1976 no habían podido hacer conciertos en directo dada la complejidad del sistema de grabación y producción del grupo, así que convirtieron todo el estudio en modular mediante un sistema de racks y volvieron a la carretera con una gira mundial por Europa, Estados Unidos, Japón, Australia y la India.
En este nuevo Kling Klang portátil la estructura formaba una «V» tras los componentes del grupo y cuatro pantallas mostraban videos y animaciones.
Mientras en España llegaba Naranjito, los Kraftwerk comenzaron la producción de su siguiente disco llamado Tour de France.
El álbum tenía como concepto central el ciclismo tanto en los aspectos físicos como mentales en cuanto a hombres y máquinas, en este disco comenzó la experimentación con samplers digitales utilizando ruidos de ciclistas, respiraciones humanas y otros sonidos para crear ritmos.
El tema principal fue utilizado para el Tour de France del año 1983, el álbum Tour de France no pudo ser terminado hasta el año 2003.
Paralelamente al desarrollo de Tour de France estaban trabajando en Technopop, trabajo que se publicó en 1986 finalmente con el título de Electric Café.
Este álbum fue un cambio en la tecnología utilizada por el grupo ya que todo el Kling Klang Studio se volvió digital.
También fue el primer disco en el que en el tema Musique Non-Stop fue realizado de forma íntegramente sintética con imágenes por ordenador creadas por Rebeca Allen.
Desde entonces Kraftwerk ha seguido evolucionando en su música y sus creaciones hasta nuestros días pero sin perder la esencia de la música electrónica de sus orígenes.
La historia de la autodestruccíón de la humanidad comenzó el 1 de julio de 1941.
Ese día comenzó como un día normal, la gente se levantó, desayuno, fue a sus trabajos, la II Guerra Mundíal avanzaba en Europa y aún no había comenzado la parte más cruenta de la contienda, incluso parecía que podía haber una solución más o menos rápida al conflicto pese al avance del Tercer Reich en el frente sovietico.
En Estados Unidos se jugaba el partido de baseball entre los Brooklyn Dodgers y los Philadephia Phillies un encuentro que duro algo más de 3 horas al que asistieron en el campo unos 3300 espectadores y que aquel martes inclinó la victoria del lado de los de Philadelphia por 6 a 4.
Aparentemente todo normal…
Pues no, aquí comenzó la debacle mayor de toda la historia de la humanidad.
Ese martes en ese encuentro ocurrió el principio de fin.
La cadena de televisión WNBT emitió a las 13.29 el primer anuncio de televisión.
Fue un anuncio de apenas 10 segundos por el que la marca de relojes Bulova pago 9 dólares.
Y ahí comenzó el principio del fin
De pronto los publicistas a comprendieron la importancia de la televisión como medio publicitario.
Cierto es que la publicidad llevaba mucho tiempo funcionando en otro tipo de medios, desde periódicos a salas de cine, desde vallas publicitarias a cuñas de radio, pero la televisión… eso era otra cosa.
Para empezar era un medio visual como los anuncios de los periódicos o revistas.
En la radio la gente tenía que imaginarse lo que el anunciante promocionaba.
En las revistas no había movimiento y resultaba difícil por ejemplo hacer ver lo potente que era un coche.
En los cines se llegaba al público que iba a ver la película y muchas veces no era un publico muy objetivo.
Pero la televisión lo cambio todo.
Ahí se podía hacer todo junto, mostrar el producto en todo su esplendor. y llegar al publico objetivo deseado (ya hablaremos otro día si eso de la publicidad en internet).
Y sobre todo y más importante, llegaban a sus casas, mientras estaban descansando y viendo sus programas favoritos… en el momento en el que las personas tienes las defensas completamente bajas.
Y todo se volvió en nuestra contra
Desde ese momento, todo empezó a ir a peor.
Y no solo porque la II Guerra Mundial se convirtiese en la peor contienda conocida hasta ese momento, sino porque, a pesar de que la guerra terminó en 1945 lo peor estaba por llegar.
La humanidad no estaba preparada, ni lo está hoy en día, para el bombardeo de publicidad al que nos somete la televisión, en todo momento.
La sociedad se volvió consumista y no como temían los Estados Unidos que el mundo se volviese comunista.
Es posible que lo segundo hubiese sido algo mejor.
Al invadir nuestros hogares con millones de anuncios empezamos que querer cosas que en muchos casos no necesitábamos.
Coches, relojes, televisores, aparatos electrónicos, marcas de tabaco, ropa de todo tipo cada temporada, colonias de todos los olores posibles, y sobre todo veíamos un estilo de vida que solo existía en los anuncios.
Pero eso no fue lo peor
Los fabricantes de todo el mundo vieron en la televisión un mercado para explotar a los pobres incautos que estaban mirando la «caja tonta».
Y claro los fabricantes de comida no se iban a quedar atrás.
Pronto se dieron cuenta del enorme potencial que tenían en los anuncios televisivos.
Coca Cola, Pepsi, McDonalds, Kellogs, Donuts, Pizza Hut, Nestlé, Bimbo, Oreo, Burger King, Foster Hollywood… todos vieron el gigantesco pastel que tenían a su alcance.
Y eso llevó a que la gente se lanzase a una bacanal de comida basura que ha hecho que la población de personas obesas en el llamado primer mundo este en unos límites inimaginables.
Ese aumento de la obesidad ha llevado como consecuencia un aumento de los problemas médicos de la población.
Todos ellos son consecuencia en mayor o menor medida de los anuncios de comida en la televisión.
Van directos a tu cerebro
Son anuncios totalmente dirigidos a estimular en tu cerebro la necesidad de comer, desde una hamburguesa con todas sus grasas saturadas a todo tipo de refrescos completamente saturados de azúcar.
Los emiten justo en los intermedios de tus programas favoritos para que te levantes y vayas a buscarlos a la nevera, o que lo anotes en tu lista de la compra sino lo tienes.
Si estas viendo una película te bombardearán de media con al menos 10 anuncios de comida o bebida en sus pausas, en una pausas que en muchos casos tienen una duración de 5 a 7 minutos, tiempo más que suficiente para que puedas preparar la comida o ir a por el refresco que te anuncian.
Están hackeando tu cerebro.
Esto por no hablar de la «calidad» de los programas de televisión…
Nos están conduciendo directamente a la extinción.
Netflix nos salvará
O cualquier otra de las plataformas de streaming.
Desde la llegada de las plataformas de streaming se ha producido un fenómeno interesante, el descenso del consumo por publicidad televisada.
Al año se emiten más de 1 billón de anuncios televisivos en todo el mundo, de los cuales algo más de 30% son anuncios de alimentación.
Si eliminamos de la ecuación este bombardeo con las plataformas como Netflix y las demás resulta que tomamos decisiones basándonos en otras cosas.
Nuestra alimentación se ve modificada y alejada de la publicidad de la comida basura que nos invade a través de la tele.
De pronto podemos pensar por nosotros mismos lo que queremos comer sin demasiadas influencias externas.
Abandonar la comida basura y tener unos hábitos alimentarios más saludables.
A esto también contribuyen los múltiples documentales sobre comida y alimentación disponibles en estas plataformas de streaming.
Netflix y las demás nos pueden hacer entender que hay mejores maneras de comer y esto puede que haga que seamos mejores como humanidad alejándonos de las grasas saturadas, los excesos de azúcar y demás productos que acabarán con nosotros.
Total que aún es posible que lleguemos a la Enterprise.
Otra cosa es el exceso de sedentarismo que provoca Netflix y sus secuaces como consecuencia de las maratones de «pantalla» que nos podemos dar… pero eso es otra historia que dejamos para otro día.
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