Crowe y Gosling: risas retro

En el vibran­te y caó­ti­co esce­na­rio de la déca­da de 1970 en Los Ánge­les, «Dos Bue­nos Tipos» se pre­sen­ta como una come­dia de acción que des­ta­ca por la inigua­la­ble quí­mi­ca entre Rus­sell Cro­we y Ryan Gos­ling. Estos dos tita­nes de la actua­ción nos lle­van a un via­je lleno de risas, situa­cio­nes extra­va­gan­tes y gol­pes ines­pe­ra­dos. Sin embar­go, en medio de la bri­llan­te inter­pre­ta­ción de los pro­ta­go­nis­tas, sur­ge un pun­to de dis­cor­dia: la actua­ción de Kim Basin­ger. Pero antes de aden­trar­nos en ese mis­te­rio, deje­mos que la risa flu­ya como bour­bon en una fies­ta de los años 70.

Una pareja de cine dinámica

Rus­sell Cro­we y Ryan Gos­ling, dos nom­bres que no espe­ra­rías ver jun­tos en una come­dia, te dejan boquia­bier­to con su quí­mi­ca y habi­li­da­des cómi­cas en «Dos Bue­nos Tipos». Cro­we inter­pre­ta a Jack­son Healy, un matón a suel­do con un cora­zón (sí, un matón a suel­do con un cora­zón), mien­tras que Gos­ling es Holland March, un inves­ti­ga­dor pri­va­do cuya habi­li­dad para meter­se en pro­ble­mas es casi tan impre­sio­nan­te como su inca­pa­ci­dad para evi­tar­los.

La diná­mi­ca entre estos dos per­so­na­jes es tan natu­ral y diver­ti­da que te pre­gun­tas por qué no han tra­ba­ja­do jun­tos antes. Cro­we ofre­ce su habi­tual dosis de rude­za con un toque cómi­co, mien­tras que Gos­ling nos sor­pren­de con sus habi­li­da­des cómi­cas, una reve­la­ción para aque­llos que lo cono­cían prin­ci­pal­men­te por pape­les más serios. Jun­tos, for­man una pare­ja de come­dia diná­mi­ca que mane­ja tan­to los momen­tos diver­ti­dos como las esce­nas de acción con una faci­li­dad asom­bro­sa.

Un guión irreverente

La fuer­za impul­so­ra detrás de las risas en «Dos Bue­nos Tipos» es, sin duda, el inge­nio­so guión escri­to por Sha­ne Black y Anthony Baga­roz­zi. La tra­ma sigue a nues­tros «bue­nos tipos» mien­tras inves­ti­gan la des­apa­ri­ción de una estre­lla del porno y se ven envuel­tos en una red de corrup­ción y cons­pi­ra­ción. La his­to­ria es como un via­je en mon­ta­ña rusa de come­dia, con giros ines­pe­ra­dos y situa­cio­nes cómi­cas que te harán sol­tar car­ca­ja­das.

El humor es afi­la­do, a menu­do oscu­ro y siem­pre irre­ve­ren­te. Des­de los diá­lo­gos inge­nio­sos has­ta las situa­cio­nes absur­das, el guión man­tie­ne una cali­dad cons­tan­te de come­dia que se inte­gra per­fec­ta­men­te con la atmós­fe­ra de la déca­da de 1970. Es un recor­da­to­rio de que el humor pue­de ser tan efec­ti­vo como cual­quier explo­sión en una pelí­cu­la de acción.

La actuación de Kim Basinger: un toque desafinado en la sinfonía cómica

Aho­ra, lle­ga­mos al meo­llo del asun­to: Kim Basin­ger. En medio de la bri­llan­tez de Cro­we y Gos­ling, la actua­ción de Basin­ger pare­ce ser el esla­bón débil de la cade­na. Inter­pre­tan­do a Judith Kutt­ner, una figu­ra mis­te­rio­sa y pode­ro­sa, Basin­ger pare­ce estar en un tono dife­ren­te, como si estu­vie­ra actuan­do en una pelí­cu­la de dra­ma en lugar de sumer­gir­se en la come­dia de «Dos Bue­nos Tipos».

La inten­si­dad que Basin­ger trae a su per­so­na­je a veces cho­ca con el tono gene­ral de la pelí­cu­la. Mien­tras Cro­we y Gos­ling están entre­gan­do líneas inge­nio­sas y metién­do­se en situa­cio­nes cómi­cas, Basin­ger pare­ce estar en el esce­na­rio equi­vo­ca­do. Su actua­ción seria y enig­má­ti­ca, aun­que apro­pia­da para otros géne­ros, a menu­do rom­pe el rit­mo humo­rís­ti­co de la pelí­cu­la.

Es cru­cial seña­lar que esto no es un ata­que per­so­nal a Basin­ger; ha demos­tra­do ser una actriz talen­to­sa en otras pelí­cu­las. Sin embar­go, en «Dos Bue­nos Tipos», su inter­pre­ta­ción sim­ple­men­te no pare­ce enca­jar con la tona­li­dad gene­ral de la pelí­cu­la. Como el ingre­dien­te pican­te en una rece­ta que debe­ría ser dul­ce, su actua­ción des­ta­ca, pero no de la mane­ra que qui­sié­ra­mos en una come­dia tan bien equi­li­bra­da.

Dos buenos tipos

Estilo visual: un banquete retro para los ojos

Más allá de las actua­cio­nes, «Dos Bue­nos Tipos» ofre­ce un fes­tín visual que te trans­por­ta direc­ta­men­te a la épo­ca de las sola­pas anchas y las cami­sas con estam­pa­dos psi­co­dé­li­cos. El direc­tor Sha­ne Black y el equi­po de dise­ño de pro­duc­ción han crea­do un mun­do que pare­ce saca­do direc­ta­men­te de la déca­da de 1970, con colo­res vibran­tes, deta­lles autén­ti­cos y una ban­da sono­ra que te hace que­rer bai­lar en una pis­ta de dis­co­te­ca.

La pelí­cu­la apro­ve­cha la ambien­ta­ción de Los Ánge­les en los años 70 de una mane­ra que no solo es esté­ti­ca­men­te agra­da­ble, sino que tam­bién con­tri­bu­ye al tono cómi­co gene­ral. Cada deta­lle, des­de los pei­na­dos has­ta los auto­mó­vi­les, está cui­da­do­sa­men­te selec­cio­na­do para sumer­gir al espec­ta­dor en la épo­ca.

Un dúo dinámico, una nota desafinada

En últi­ma ins­tan­cia, «Dos Bue­nos Tipos» es una mon­ta­ña rusa de diver­sión y emo­ción que te deja­rá con una son­ri­sa en el ros­tro. La diná­mi­ca entre Rus­sell Cro­we y Ryan Gos­ling es el alma de la pelí­cu­la, con un guión inge­nio­so que man­tie­ne el rit­mo des­de el prin­ci­pio has­ta el final.

Sin embar­go, la actua­ción de Kim Basin­ger se des­ta­ca como un ele­men­to dis­cor­dan­te en esta sin­fo­nía cómi­ca. Aun­que su inter­pre­ta­ción es sóli­da por sí mis­ma, pare­ce no estar en sin­to­nía con el tono gene­ral de la pelí­cu­la. Aún así, «Dos Bue­nos Tipos» es una come­dia que mere­ce la pena ver, espe­cial­men­te por la memo­ra­ble cola­bo­ra­ción entre Cro­we y Gos­ling.

Así que, si estás bus­can­do una pelí­cu­la que te haga reír a car­ca­ja­das, «Dos Bue­nos Tipos» es defi­ni­ti­va­men­te una apues­ta segu­ra. Solo ten en cuen­ta que la risa pue­de dis­mi­nuir un poco cuan­do Kim Basin­ger se une a la fies­ta. ¡Pre­pá­ra­te para una come­dia retro que te lle­va­rá de vuel­ta a la déca­da de 1970 con esti­lo y risas!

Pantomima Full: maestros de la comedia contemporánea

En el vas­to pai­sa­je de la come­dia espa­ño­la con­tem­po­rá­nea, des­ta­ca un dúo que ha logra­do con­quis­tar los cora­zo­nes de la audien­cia con su enfo­que úni­co y des­ter­ni­llan­te. Habla­mos de Pan­to­mi­ma Full, la sen­sa­ción cómi­ca que ha lle­va­do la risa a nue­vas altu­ras en el pano­ra­ma digi­tal y en los esce­na­rios. Este tex­to se aden­tra­rá en el mun­do de estos cómi­cos, explo­ran­do su esti­lo dis­tin­ti­vo, su impac­to cul­tu­ral y la magia que han traí­do a la esce­na de la come­dia.

Los artífices de la risa

Pan­to­mi­ma Full está com­pues­to por Alber­to Casa­do y Rober Bode­gas, dos crea­do­res de con­te­ni­do que han gana­do noto­rie­dad por su humor fres­co y sus sket­ches inge­nio­sos. Su come­dia se carac­te­ri­za por la fusión de situa­cio­nes coti­dia­nas, diá­lo­gos ági­les y un inge­nio agu­do que deja al públi­co entre lágri­mas de risa. Des­de sus pri­me­ros pasos en las redes socia­les has­ta sus actua­cio­nes en tea­tros, estos cómi­cos han demos­tra­do su ver­sa­ti­li­dad y capa­ci­dad para hacer reír.

El estilo único de Pantomima Full

Lo que dis­tin­gue a Pan­to­mi­ma Full es su habi­li­dad para tomar situa­cio­nes mun­da­nas y trans­for­mar­las en obras maes­tras cómi­cas. Ya sea abor­dan­do las com­ple­ji­da­des de las rela­cio­nes, las expe­rien­cias labo­ra­les o sim­ple­men­te la vida dia­ria, Casa­do y Bode­gas encuen­tran la come­dia en lo ordi­na­rio. Su esti­lo es un cri­sol de iro­nía, sar­cas­mo y obser­va­cio­nes pers­pi­ca­ces que resue­nan con la audien­cia de hoy.

El éxito en las redes sociales

El ascen­so de Pan­to­mi­ma Full a la fama no se pue­de enten­der sin reco­no­cer su impac­to en las redes socia­les. Sus sket­ches cor­tos, com­par­ti­bles y lle­nos de humor se han vuel­to vira­les en pla­ta­for­mas como You­Tu­be e Ins­ta­gram. La inme­dia­tez de su come­dia conec­ta con la audien­cia digi­tal, y cada nue­vo video se con­vier­te en un acon­te­ci­mien­to espe­ra­do. Este fenó­meno no solo ha con­so­li­da­do su posi­ción como refe­ren­tes cómi­cos, sino que ha rede­fi­ni­do la for­ma en que con­su­mi­mos y com­par­ti­mos el humor en la era digi­tal.

La magia en el escenario

Aun­que su pre­sen­cia en línea es feno­me­nal, la esen­cia de Pan­to­mi­ma Full se reve­la ple­na­men­te en el esce­na­rio. Sus espec­tácu­los en vivo son una expe­rien­cia úni­ca don­de la inter­ac­ción con el públi­co y la ener­gía pal­pa­ble ele­van la come­dia a nue­vas altu­ras. La quí­mi­ca entre Casa­do y Bode­gas es evi­den­te, crean­do un víncu­lo cómi­co que se tra­du­ce en risas con­ta­gio­sas. La capa­ci­dad de lle­var la esen­cia de su come­dia a un for­ma­to más exten­so es un tes­ti­mo­nio de su talen­to y ver­sa­ti­li­dad como intér­pre­tes cómi­cos.

Pantomima Full y la cultura contemporánea

Este dúo cómi­co no solo ha cose­cha­do risas, sino que tam­bién ha deja­do una mar­ca inde­le­ble en la cul­tu­ra popu­lar con­tem­po­rá­nea. Su impac­to va más allá del entre­te­ni­mien­to; han con­tri­bui­do a la crea­ción de un len­gua­je cómi­co com­par­ti­do por miles de segui­do­res. Tér­mi­nos como «epi­cen­tro» o «pues ya esta­mos» se han con­ver­ti­do en par­te del voca­bu­la­rio coti­diano de aque­llos que siguen las peri­pe­cias de Pan­to­mi­ma Full.

La sátira como herramienta

En un mun­do don­de la sáti­ra y la crí­ti­ca humo­rís­ti­ca se vuel­ven cada vez más impor­tan­tes, Pan­to­mi­ma Full se des­ta­ca como maes­tro en el arte de la obser­va­ción satí­ri­ca. Abor­dan temas de actua­li­dad, ten­den­cias y pecu­lia­ri­da­des cul­tu­ra­les con agu­de­za, ofre­cien­do una refle­xión humo­rís­ti­ca sobre la socie­dad con­tem­po­rá­nea. Su capa­ci­dad para hacer reír mien­tras invi­tan a la refle­xión es un tes­ti­mo­nio de la madu­rez de su come­dia.

Críticas y controversias

Como en cual­quier for­ma de arte, la come­dia no está exen­ta de crí­ti­cas y con­tro­ver­sias. Pan­to­mi­ma Full ha enfren­ta­do su cuo­ta de ambos, ya sea por la natu­ra­le­za de su humor o por la inter­pre­ta­ción de cier­tos temas. Sin embar­go, su habi­li­dad para mane­jar crí­ti­cas y abor­dar con­tro­ver­sias con inte­li­gen­cia demues­tra una com­pren­sión pro­fun­da de su res­pon­sa­bi­li­dad como crea­do­res de con­te­ni­do influ­yen­tes.

El Futuro de la Comedia con Pantomima Full

El éxi­to de Pan­to­mi­ma Full no mues­tra sig­nos de des­ace­le­ra­ción, y su influen­cia con­ti­nua­rá evo­lu­cio­nan­do en el futu­ro. Con pro­yec­tos nue­vos y emo­cio­nan­tes, des­de cola­bo­ra­cio­nes has­ta posi­ble­men­te incur­sio­nes en nue­vos medios, el dúo pro­me­te seguir sor­pren­dien­do y delei­tan­do a su audien­cia. Su capa­ci­dad para adap­tar­se a las cam­bian­tes diná­mi­cas cul­tu­ra­les garan­ti­za que sigan sien­do rele­van­tes y apre­cia­dos.

Todo por las risas

En el mun­do de la come­dia, Pan­to­mi­ma Full ha deja­do una hue­lla imbo­rra­ble. Su habi­li­dad para hacer reír, su impac­to en las redes socia­les y su con­tri­bu­ción a la cul­tu­ra con­tem­po­rá­nea los con­so­li­dan como maes­tros de la risa en el pano­ra­ma cómi­co espa­ñol. Con cada sketch, video y actua­ción en vivo, Pan­to­mi­ma Full demues­tra que la come­dia sigue sien­do un pode­ro­so medio para conec­tar, entre­te­ner y refle­xio­nar sobre la com­ple­ji­dad de la vida moder­na.

Bueno para ir cerran­do voy a ver que jus­ti­fi­ca­ción encuen­tro para hacer­me un Tele­pi.

Ocean's 8

Hay que saber parar a tiempo

Recuer­do la pri­me­ra vez que vi la ver­sión ori­gi­nal de Ocea­n’s 11 (1960) creo que la vi sobre los ’80.

Frank Sina­tra, Dean Mar­tin, Sammy Davis Junior, Peter Law­ford, Angie Dic­kin­son…

Aque­lla tra­ma de aque­llos cana­llas inten­tan­do esta­far a un casino de Las Vegas te atra­pa­ba des­de el minu­to ini­cial.

Cuan­do en 2001 se estre­nó el rema­ke con Geor­ge Cloo­ney, Brad Pit, Matt Damon, Julia Roberts y demás miem­bros de la ban­da, fui al cine a ver­la con cier­to escep­ti­cis­mo, pero me sor­pren­dió agra­da­ble­men­te y me que­dé con ganas de más…

Enton­ces lle­gó Ocea­n’s 12 en 2004, pen­sé que casi nun­ca segun­das par­tes son bue­nas, pero aún así vien­do que casi todo el plan­tel de acto­res eran los mis­mos no podía salir algo dema­sia­do malo… y esta­ba en lo cier­to, la cin­ta era tan bue­na como su pre­de­ce­so­ra.

Lle­ga­dos a este pun­to comen­cé a preo­cu­par­me, era evi­den­te que iban a sacar una ter­ce­ra par­te de la saga y eso ya podía ser dema­sia­do…

Total que en 2007 se estre­nó Ocea­n’s 13, otra vez casi los mis­mo acto­res inclu­so esta vez con la inclu­sión de Al Pacino así que le vol­ví a con­ce­der el bene­fi­cio de la duda.

La pelí­cu­la vol­vía a crear ambien­te de tima­do­res, robos impo­si­ble y esta­fa­do­res esta­fa­dos, pero seguía sien­do igual de bue­na…

Y cla­ro, pasó lo que tenía que pasar… han hecho una ver­sión diga­mos feme­ni­na, y pen­sé ¿Por­qué no? si fun­cio­na tan bien solo con tes­tos­te­ro­na (sal­vo Julia Roberts) como no va a fun­cio­nar des­de el pun­to de vis­ta de una ban­da solo de muje­res…

Al fren­te de la ban­da la supues­ta her­ma­na de Danny Ocean (en cua­tro pelí­cu­las que he vis­to solo hay una peque­ña refe­ren­cia a la fami­lia Ocean y no es para decir lo bue­na que es su her­ma­na en lo «suyo»).

El pro­ble­ma empie­za con el repar­to…

Al fren­te de la ban­da San­dra Bullock, que segu­ro que recuer­das de ese bodrio infu­ma­ble lla­ma­do Gra­vity, bueno ha hecho más pelí­cu­las pero es que pen­sé que des­pués de eso la Bullock habría toca­do fon­do pero no… y mira que en su día la lla­ma­ron inclu­so La Novia de Amé­ri­ca

Otro pro­ble­ma es incluir a Rihan­na a un papel total­men­te sin­sen­ti­do hacien­do de hac­ker en plan ochen­te­ro, tiran­do de tecla­do, de track­ball y de acce­sos impo­si­bles de for­ma inme­dia­ta… seño­res que hay mucha gen­te que ha vis­to Mr. Robot por favor un poco de serie­dad, reco­noz­cá­mos­lo Rihan­na como actriz es un desas­tre.

Por si esto no fue­se poco tene­mos a Mindy Kaling a la que cono­ce­mos por encar­nar a Kelly Kapoor en la esplén­di­da serie de come­dia The Offi­ce, si ya en la serie su papel era secun­da­rio aquí es total­men­te pres­cin­di­ble.

Tam­bién sale Anne Hatha­way que en fin… hace de ton­ta lis­ta con tetas… y no lo digo yo, lo dicen ellas mis­mas hacien­do gala de topi­ca­zo machis­ta en pelí­cu­la que pre­ten­de ser una rei­vin­di­ca­ción femi­nis­ta de las pelí­cu­las de robos del hete­ro­pa­triar­ca­do.

Afor­tu­na­da­men­te la cin­ta tam­bién inclu­ye a Hele­na Bonham Car­ter en el papel de una dise­ña­do­ra de moda que le que­da como hecho a medi­da, usan­do un símil de sas­tres.

La actua­ción de casi todas ellas es lamen­ta­ble, peno­sa, abu­rri­da… se limi­tan en casi todas las esce­nas a lucir pal­mi­to y no mover­se (ten­go mis dudas de por­que se com­por­tan así).

Inclu­so tiran de algu­nos roles de las pelí­cu­las de machos como la apa­ri­ción de Reuben o el hom­bre de goma, no podían encon­trar una gim­nas­ta para ayu­dar­les en el gol­pe…

En fin, os voy a dejar el trai­ler, con­que veáis eso ya es sufi­cien­te… ni os moles­teis en gas­tar ancho de ban­da para ver­la ente­ra, el con­su­mo ener­gé­ti­co de la tras­fe­ren­cia per­ju­di­ca­rá a algún árbol y no mere­ce la pena ?.

Solo nos que­da la espe­ran­za que tras este bodrio monu­men­tal, la pro­duc­to­ra se aver­güen­ce y deci­da hacer una Ocea­n’s 14…

P.D. Ya me daba mala espi­na vien­do el car­tel que se les ha ido la mano con el foto­sop, pero la mano de un beca­rio que has­ta ese momen­to solo usa­ba el paint… pero que se va a hacer uno es un sen­ti­men­tal…